ENTERRAMIENTOS CLANDESTINOS Y MEMORIA HISTÓRICA

Sanjurjo, honrado en Melilla y exhumado en Pamplona

El entierro del general Sanjurjo en Melilla crea polémica por su sigilo y la presencia de Imbroda y el comandante general en la ceremonia.

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photo_camera El General Sanjurjo retratado a la derecha del Rey Alfonso XIII que visitó Ceuta y el Acuartelamiento Dar Riffíen donde está tomada esta fotografía.

Los restos mortales del general José Sanjurjo (Pamplona, 28 de marzo de 1872-Estoril, 20 de julio de 1936) descansan en Melilla según desvelaba El Confidencial el viernes y más tarde confirmaba la Comandancia General. En el artículo publicado el viernes 21 de abril, los periodistas Ignacio Cembrero y Ángel Villarino señalaban que “según fuentes presenciales, la ceremonia se llevó a cabo respetando su rango (teniente general) y fue presidida por las autoridades militares y civiles de la ciudad autónoma, incluido el presidente y senador por dicha circunscripción, Juan José Imbroda, así como el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu”.

Al tiempo, Cembrero y Villarino se hacían eco de otras informaciones: La noticia de su inhumación en Melilla apareció por primera vez en “Siempre P’alante”, un boletín carlista, que publica una información firmada por Fermín de Musquildá que dice lo siguiente: "La Diócesis estaba obligada a velar los restos mortales del general Sanjurjo como cuando estuvieron en la catedral durante 22 años. Una vez fuera de Navarra, el jueves 23 de marzo de 2017 recibieron los honores propios de su rango y descansan en Melilla en la avanzada de España junto a las columnas de Hércules. Plus Ultra. Sanjurjo sigue respetado, y a pesar todo y del inexplicable silencio de los buenos –¡paz en Cristo al hé- roe y mártir!–, cada vez con más unción en la memoria viva del pueblo fiel". 

 

Enterramiento secreto

Más tarde, los periodistas de El Confidencial recogían las declaraciones del investigador y bloguero local Enrique Delgado: “Fui al cementerio y corroboré los datos con varios trabajadores. Diversas personas me dijeron después que no se ha hecho oficial porque era una ceremonia secreta. Un traslado así requiere unos recursos, y un despliegue, además de los permisos administrativos del Ministerio de Defensa”.

Sanjurjo había sido exhumado del Mausoleo franquista de Los Caídos de Pamplona el pasado 16 de noviembre a instancias del Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por Bildu, y en base a la Ley de Memoria Histórica. Pese a la oposición de la familia, la exhumación se llevó a término y los restos mortales habrían viajado en helicóptero hasta la Ciudad Autónoma.

El cementerio de la Purísima de Melilla cuenta con distintos pabellones militares, dos de ellos del Grupo de Regulares, en uno de los cuales se produjo el enterramiento.

 

Reacciones en cadena 

Las reacciones no han tardado en llegar. En la misma mañana del viernes, Bildu preguntaba en el Senado a través de Jon Iñarritu si el Ministerio de Defensa organizó el traslado de los restos de Sanjurjo, si sufragó el coste del traslado, a cuánto ascendió éste, quién lo decidió y quiénes participaron en el mismo.

No satisfecho, poco tiempo después Bildu solicitaba la comparecencia urgente en el Congreso de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para que explicara con “detalle" la participación de autoridades militares en el entierro "con honores" del general golpista.comunicado comandancia

La respuesta llegaba en la misma tarde del viernes desde la Comandancia de la Ciudad Autónoma. En un comunicado aseguraba que el enterramiento fue en Melilla “a petición de la familia” y que se llevó a cabo “sin honores ni ceremonia militar alguna”. Además, añadía que " no formó ninguna unidad ni piquete", como tampoco hubo durante el acto "ningún guión (bandera) ni cornetín".

Sí se admite desde la Comandancia que a la ceremonia asistió el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, "acompañado por una pequeña comisión, al inhumarse en una parcela militar", justifican al respecto.

En cuanto a la explicación del enterramiento en Melilla el comunicado señala que fue a petición de la familia y que “atendiendo a que fue comandante general de Melilla, estuvo al mando de fuerzas de Regulares y estaba en posesión de dos cruces Laureadas de San Fernando (1914 y 1926), se autorizó que el entierro se celebrase en el cementerio municipal de Melilla".

 

Memoria Histórica

La polémica está servida. Sorprende el sigilo con el que se ha llevado a cabo el enterramiento, al que desde el estamento militar se le prefiere calificar como "íntimo", en vez de "secreto". La incógnita que queda por resolver es si la familia también ha sufragado los gastos del traslado y del enterramiento y qué papel ha tenido el Gobierno de Melilla para enterrar al que algunos consideran que está más que demostrado que estaba en contra de la Democracia. En este sentido, el periodista Miguel González del diario El País, señalaba que "los restos fueron trasladados desde la base de Colmenar Viejo (Madrid) hasta Melilla a bordo de un helicóptero del Ejército de Tierra, que tenía que cubrir este trayecto, por lo que no implicó ningún coste adicional, según fuentes militares".

El caso más similar en Ceuta, no en cuanto a enterramientos secretos sino a la controversia en las opiniones sobre sus gestas, es el caso de Millán Astray. En una cara de la moneda, los que le consideran padre de La Legión, y en la otra, los que le tachan de inspirador del discurso franquista. Rindiéndole tributo permanece una calle en pleno centro de Ceuta. Mientras, en Madrid, la calle Millán Astray lleva ahora el de la maestra Justa Freire. No está todo dicho. La plataforma de Millán Astray llevará a los tribunales la retirada de su calle en la capital.

Volviendo con Sanjurjo, en opinión del investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya, carece de importancia dónde lo entierren aunque lo que sí quiere dejar claro es que “Sanjurjo estaba en contra de la democracia, como lo afirma su intentona golpista en 1932 y después en 1936 quiso ponerse al frente del golpe pero su avión se estrelló en Portugal cuando viajaba hacia España”, ha explicado Montoya, que dedicó a Sanjurjo algunas páginas de su libro “Ceuta y el norte de África: república, guerra y represión”.

 

Sanjurjo en Ceuta

Sanjurjo, además de dos veces golpista, recibió el título de marqués del Rif por parte de Alfonso XIII y ocupó importantes puestos durante la monarquía alfonsina, en la Dictadura de Primo de Rivera y durante los primeros tiempos de la Segunda República.

Precisamente Sánchez Montoya recoge en su obra que “El 23 de abril de 1931, fue nombrado -de forma interina- nuevo Alto Comisario el General José Sanjurjo; este nombramiento, en los ambientes políticos y sindicales de Ceuta, no encajó nada bien, se esperaba que fuera un civil. Este era un claro indicio de que los nuevos gobernantes no pretendían, por el momento, cambiar nada importante en el Norte de África. El General como queriendo paliar estos comentarios, cuando llegó a Ceuta en el Crucero Libertad, el 24 de abril, vestía de paisano, no se le rindieron honores militares, pese a ser General. En el muelle recibió todo el apoyo de las principales autoridades, tanto del Delegado del Gobierno, Rafael Vegazo Mancilla, como del Alcalde Antonio López  Sánchez-Prado”.

Antes de esto, el 5 de octubre de 1927, hay un documento gráfico en el que aparece retratado Sanjurjo a la derecha de Alfonso XIII en el acuartelamiento Dar Riffíen. “Los Reyes llegaron en el buque Jaime I, y tras cumplimentar a las autoridades en el puerto partieron hacia el acuartelamiento legionario de Dar Riffíen, allí Victoria Eugenia entregó al coronel del Tercio Sanz de Larín la enseña nacional. Tras este volvieron a Ceuta. Se inauguraron la empresa petrolífera Ybarrola y el Palacio Municipal”, explica Sánchez Montoya al respecto de la visita.

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Por otra parte, la Biblioteca Nacional de España recoge en la publicación de 1926 “Marruecos Gráfico” otra fotografía de Sanjurjo en Ceuta en una fiesta a bordo del “Reina Victoria Eugenia”.

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También en Ceuta el militar tuvo la avenida General Sanjurjo en la actual Víctori Goñalons. Sánchez Montoya recoge que “Tras el intento de golpe en 1932 por parte de Sanjurjo, el Ayuntamiento de Ceuta, en el primer pleno que se celebra tras la intentona golpista, la corporación presidida por el socialista David Valverde y a instancia del concejal Martínez Simón, acuerda cambiar el nombre de la barriada general Sanjurjo por el de Pi y Margal”, que ahora es conocida como barriada O´Donnell.