Luz Casal llega a la ciudad esta noche y no lo hace sola, lo hace con sus Almas Gemelas. Esta noche unos pocos afortunados podrán disfrutar de su espectáculo ya que las entradas se agotaron en tres horas.
Luz vuelve a la ciudad con sonidos nuevos e intimistas pero sin relegar el rock más esencial y con una mirada a los éxitos de su larga carrera. “Haría un flaco favor si sólo cantara temas del nuevo disco. Mucha gente va a un concierto porque espera oír canciones relacionadas con su vida y que representan o reflejan sus vivencias”, explica la cantante a Ceuta Actualidad desde su hotel en París donde prepara un nuevo proyecto junto a Vangelis, un afamado tecladista y compositor griego de música electrónica, orquestal, ambient y rock progresivo.
Y es que Luz Casal vive prácticamente con la maleta hecha. Hoy viene desde la otra punta de la Península, concretamente del Ferrol. “Un viaje largo y complicado pero viendo cómo la gente ha reaccionado ante la visita me hace muchísima ilusión actuar en Ceuta. Llevábamos muchos años sin venir y supongo que la gente que haya ido a algún concierto notará nuestro crecimiento y nuestro aprendizaje. Somos más sólidos, más directos y más concretos, algo bueno para el que lo ejecuta y más aún para quien lo escucha”.
Sobre el escenario del Revellín se dejará ver una Luz que ha evolucionado. “Ahora la rabia con la que hacía antes las cosas y la falta de reflexión se ha transformado. Ahora sé gestionar esa rabia, explotarla, componerla y escribirla mejor pero debe ser el público quien con sus apreciaciones vea el cambio”. Un cambio en el que han influido muchos factores, el paso del tiempo, experiencias profesionales y personales que “te marcan pero que no deben ensombrecer el éxito o la fortuna de muchas otras cosas que te da la vida. No destacaría mis experiencias físicas con el resto de experiencias vividas. En ese período de mi vida he tenido momentos extraordinarios profesionalmente. Digamos que la balanza está más que equilibrada a favor de las cosas positivas”.
Y este último disco, que vio la luz en 2013, es una de esas cosas positivas. Un disco del que a Luz le cuesta hablar “porque las sensaciones aún son recientes. El disco, tal y como se grabó, el completo de 17 canciones, es para hablar largo y tendido porque es más complicado definirlo ya que hay canciones que pertenecen a estilos y épocas diferentes”. Para la artista lo que mejor define un trabajo nuevo es que “sea el reflejo del período de tu vida en el que has trabajado. Una persona como yo, con varios discos y varias experiencias profesionales, no puede ser el prototipo de un estilo de música determinado. Me gusta aventurarme y más porque siempre tengo un cierto temor a considerar que lo que hago no tiene un riesgo por mi parte. Hacer lo que ya sé que hago y que gusta es placentero pero se necesita más y en ese sentido, este disco lo refleja. Siempre se me escapan las apreciaciones o comentarios de si es más esto o menos lo otro, yo creo que las canciones son como los personajes literarios te van marcando las pautas, una canción que hable de una experiencia o de un sentimiento marca el tiempo de la canción, el ambiente, el sonido, los instrumentos hasta cómo cantarla si contenida o lo contrario. Al final Almas Gemelas es el reflejo del período de mi vida que va desde el 2009 hasta ahora”.
