PREMIO MARIA DE EZA

"¿Por qué sólo para mujeres? Nos estamos separando nosotras mismas"

Elena Laverón es la mujer ganadora del premio María de Eza 2015. Pocas mujeres tienen la suerte de ser profetas en su tierra y esta artista lo será el martes cuando se la haga entrega de la estatuilla, que se da la circunstancia, es obra suya. 

Una de las obras de Laverón en bronceElena Laverón es el premio María de Eza 2015, un reconocimiento de la ciudad a la mujer ceutí del año. Mañana martes recibe el galardón y se da la circunstancia de que la estatuilla que se entrega como premio es obra suya. “Es una rareza y la verdad que me hubiera gustado que fuera la obra de un colega y así vario”, explica la artista entre risas.

La artista ceutí tiene la suerte de ser profeta en su tierra, algo poco habitual en el mundo de los reconocimientos. Dice sentirse halagada aunque no cree en eso de solo para mujeres. “Siempre me he negado a actividades sólo femeninas. ¿Por qué sólo para mujeres? Nos estamos separando nosotras mismas. El arte no tiene sexo, por eso no entiendo que por ejemplo se organicen exposiciones exclusivamente de mujeres".

Mujer combativa y viajera. Ha vivido en Marruecos, Alemania o Francia. Se ha empapado de la cultura de países tan dispares en idioma, costumbres y forma de vida pero nunca se ha dejado llevar por las modas. De nuevo entre risas, asegura que si las hubiera seguido, tal vez hubiera hecho más negocio pero que lo importante es verse identificada en su obra y divertirse y en eso ella es una experta. Sus obras son inconfundibles y tiene el claro sello de quien crea con pasión.

Elena Laverón no tiene una dirección marcada. Cuando quiere hacer una escultura busca los mejores materiales para dar forma a esas ideas que bullen en su cabeza. Siempre empieza a crear en materiales fáciles, como arcilla o escayola, para después terminar con bronce o piedra. Lo que sí tienen sus obras es un hilo conductor que “poco ha cambiado con los años. Siempre hago figuras, una, dos o grupos o animales. Es siempre lo mismo pero cambiando la esencia de cada obra”. Elena Laverón lleva toda la vida dedicada al arte y esa evolución se deja sentir desde sus primeras creaciones, aquellas que realizaba en 1955 cuando entró en Bellas Artes, aunque antes ya había entrado en contacto con talleres de escultores y pintores, experiencias que han marcado sus creaciones y siguen haciéndolo, como a buen seguro lo hará cuando el martes recoja su galardón y nunca mejor utilizado el pronombre. 

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