la asociación de fabricantes de pan pide que se tomen medidas

"En 6 años todo el pan que se consuma en Ceuta será de Marruecos o de multinacionales"

El pan proveniente de Marruecos tambalea el sector de las panificadoras desde hace años. En los últimos cinco han cerrado unas 6. El "pan moruno" no solo es competencia desleal sino que no cuenta con los controles sanitarios pertinentes y "hasta se sirve en cafeterías y tiendas", comentan desde la Asociación de Fabricantes de Pan. 

panaderia mercado pan  (6)
photo_camera Según la Asociación montar un negocio en la ciudad "no es rentable" (C.A.)

En la ciudad se puede encontrar pan a partir de 20 céntimos. Existe una horquilla de precios muy amplia motivada no solo viene motivada por los diferentes tipos y tamaño de pan sino por las hogazas ilegales. Es habitual ver a mujeres transfronterizas vendiendo pan en las calles de la ciudad o a la salida de los supermercados. Un pan mucho más barato que el que se puede adquirir en las panaderías. Una pieza de 200 gramos horneada en Castillejos cuesta entre 15 y 20 céntimos de euro. Una vez cruzada la frontera se vende en la calle a 40 céntimos. Se estima que solo en las barriadas más cercanas a la frontera el consumo de plan marroquí ronda los mil kilos. Unos datos que pueden parecer descabellados pero si tenemos en cuenta que por la frontera del Tarajal pasan a diario unas 25.000 personas que, en teoría, solo pueden portar una pieza de pan, esto significaría que entra en la ciudad una cantidad suficiente para abastecer a un tercio de la población.

Es difícil luchar contra este contrabando y contra sus precios ya que en el vecino país el pan está subvencionado, algo que supone un grave problema para los panaderos locales. Bien lo sabe el presidente de la Asociación de Fabricantes de Pan de Ceuta, José Manuel Ruiz. En tan sólo cinco años, seis panificadoras han echado el cierre y el mismo camino han seguido, al menos, diez panaderías. La última en cerrar sus puertas ha sido una en Hadú.

Las panificadoras que quedan en la ciudad apenas abastecemos al 40% de la población. El resto del pan que se consume proviene de Marruecos o de multinacionales de la península

“Las panificadoras que quedamos apenas abastecemos al 40% de la población. El resto viene de Marruecos o de multinacionales de la península”, comenta. Ruiz recuerda que son muchos años los que el sector lleva en esta guerra pero “aunque hay voluntad nadie hace nada. Por mucho que se controle en la frontera siempre entra pan”. Los panaderos no solo hacen estas denuncias por la competencia desleal sino por la salud de los ciudadanos. “Estos panes de Marruecos no tienen ningún código alimenticio, ni pasan control sanitario. Por tanto, no hay ninguna garantía de su calidad”. El presidente de la asociación demanda también más control en cafeterías y establecimientos donde se vende “pan moruno”.

A esto se suman las panificadoras ilegales que hay en la ciudad y que ya están denunciadas por el gremio.

Otra competencia para el sector son las multinacionales que surten de pan a las cadenas de supermercados. Para intentar hacer frente a esto, tres panificadoras ofrecen pan precocido a varias tiendas regentadas por ciudadanos chinos.

Ruiz vaticina que si las administraciones no toman cartas en el asunto en unos 6 años todo el pan que se consuma en la ciudad será de Marruecos o de multinacionales. “Montar una panadería no es nada rentable en esta ciudad”, concluye Ruiz.