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Advierten del riesgo de que Tánger y Málaga hurten a Ceuta su clientela marroquí

Los secretarios generales de la Cámara de Comercio, Joaquín Mollinedo, y la Confederación de Empresarios (CECE), Antonio Ramírez, explican que la ciudad marroquí y la provincia española han comenzado a activar estrategias para captar a un cliente esencial para la supervivencia del comercio ceutí. 

Los empresarios sospechan que el daño causado por la conflictividad en la que se halla sumido el acceso a la ciudad a través El Tarajal comenzará a manifestarse de manera inminente. La patronal advierte de que será el comercio el sector más expuesto este verano.

La campaña estival supone un incremento de las ventas de los comerciantes ceutíes fundado en un cliente del alto poder adquisitivo que veranea en el norte de Marruecos. Unos tiempos de espera intolerables en la frontera pueden convertir en una hazaña sostener este mercado.

Los secretarios generales de la Cámara de Comercio, Joaquín Mollinedo, y la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), Antonio Ramírez, analizan para Ceuta Actualidad la actual coyuntura económica de la ciudad, lastrada por el colosal colapso que bloquea casi a diario la puerta de entrada a Ceuta desde Marruecos.

La necesidad de disponer medios humanos y materiales para ordenar un tránsito de personas y mercancías que, a día de hoy, se antoja difícil de domesticar es una de las reivindicaciones de los empresarios.

La instauración de un modelo económico basado en la industria turística ha sido un proyecto largo tiempo acariciado por empresarios y autoridades, algo que, en las actuales circunstancias, se ha convertido en poco más que una ensoñación. Las pésimas y caras comunicaciones con la ciudad hacen decididamente inviable esta aspiración.

El problema radica en que el verdadero nicho de clientes que podría alimentar un turismo de esta naturaleza está en riesgo. “El turista de la Península es hoy para nosotros un desconocido”, subraya Mollinedo para evidenciar que el único futuro posible para el turismo, el comercio y la hostelería locales está encarnado en el turista marroquí.

Mollinedo y Ramírez advierten de que la competencia de Tánger y Málaga puede resultar letal. En la provincia andaluza, los empresarios han comenzado a ser conscientes de que el cliente más pujante, el que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos tiempos es, precisamente, el consumidor marroquí de alto poder adquisitivo.

“En la ciudad de Tánger se están haciendo grandes inversiones, lo que, si sumamos los problemas que padecemos en la frontera, puede hacer que mucha de la población del norte de Marruecos que venía al reclamo de Ceuta deje de hacerlo”, señala Ramírez.