los empresarios censuran lanzan reproches a vivas durante el debate de la propuesta

El Gobierno cuestiona su propia tasa para El Tarajal aunque vota a favor de la nueva figura impositiva en el pleno

Las críticas de los empresarios, presentes hoy en el salón de plenos de la Asamblea, han llevado al Gobierno a proponer un debate sobre la aplicación de la tasa sobre las actividades en el polígono de El Tarajal que su propia Consejería de Economía ha  propuesto. Pese a ello, los diputados del PP han avalado con sus votos la aprobación inicial de la nueva tasa. 

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photo_camera El empresario Bilal Dadi se dirige al presidente Vivas durante el pleno (C.A.)

 El Gobierno de la Ciudad está dispuesto a sacrificar la figura de la tasa que pretende aplicar a las empresas radicadas en el polígono de El Tarajal. La denominada Tasa de Servicios Extraordinaria de la Frontera recibía esta mañana la aprobación inicial del pleno de la Asamblea con los únicos votos del PP y muchas prevenciones de sus propios promotores.

El propio presidente de la Ciudad, Jesús Vivas, ha asumido la defensa de la tasa en el debate. Antes de que la propuesta fuera sometida a aprobación, el propio Vivas ha anunciado que convocará una comisión informativa extraordinaria para evaluar si la tasa resulta o no útil para su confesado propósito: dificultar sus actividades a las denominadas “naves consigna” cuyas operaciones escapan a las obligaciones que la norma impone a los empresarios legalmente establecidos en el recinto de los polígonos.

Las dudas que la figura de la tasa ha generado en los populares conforme avanzaba el debate han sido alimentadas por las intervenciones de los portavoces de la oposición pero, sobre todo, por la presencia de un numeroso grupo de empresarios de El Tarajal. Los comerciantes acudían al pleno para expresar su malestar por la aplicación de una tasa que, a su juicio, sólo sirve para perjudicar, precisamente, a las empresas que observan estrictamente las normas.

La tasa que el Gobierno pretende imponer a los empresarios de El Tarajal ha sido cifrada en 48,70 euros por metro cuadrado de nave, un impuesto que, sin embargo, se reduce a un pago de 100 euros anuales para aquellas empresas con plantillas superiores a los tres trabajadores.

Los empresarios presentes en el salón de plenos han subrayado con aplausos y reproches pronunciados en alta voz sus reacciones a los discursos de los portavoces de los grupos políticos.

La consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, ha insistido en que la tasa no persigue fines recaudatorios, tal y como han acusado reiteradamente los empresarios al Gobierno, sino que busca combatir a los oportunistas cuyas actividades económicas no dejan beneficio alguno en la ciudad.

Frente a la firmeza inicial de los populares, los grupos de la oposición han reclamado, sin éxito, que la propuesta quedase sobre la mesa.

La oposición ha cuestionado la eficacia de la tasa y los argumentos técnicos sobre los que se ha configurado. En esta línea, los diputados críticos han subrayado que en la propuesta del Gobierno ni tan siquiera quedan precisados quienes son tenidos por sujetos pasivos de la tasa ni cuál es el hecho imponible.

Mientras el debate avanzaba, el malestar se hacía cada vez más evidente entre los empresarios que habían acudido al pleno como público. Sólo algunas invectivas dedicadas por la oposición al Gobierno –como el reproche formulado por el diputado Juan Luis Aróstegui a Vivas, a quien llamó “monaguillo del delegado del Gobierno”- relajaban el tenso ambiente que se respiraba entre los comerciantes. Así fue hasta que el presidente de la comunidad de propietarios de El Tarajal II, Bilal Dadi, se levantó de su asiento y comenzó a recriminar a Vivas su política hacia los empresarios de los polígonos antes de abandonar el salón de plenos con todos los comerciantes tras él.

Dadi explicaba minutos después a los periodistas que la indignación de los empresarios obedecía a la pretensión de imponerles una tasa que calificó de ilegal para acabar con unas prácticas irregulares de las que no son responsables. “Ellos saben quiénes forman el jaleo, cuáles son las naves consigna, por dónde entra la mercancía, pero lo permiten todo porque les beneficia”, protestaba Dadi.

Los empresarios de los polígonos de El Tarajal han cerrado el recinto a los porteadores como medida de protesta.

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