Las fiestas tras la finalización del Ramadán daban una tregua de diez días a la ciudad. Durante ese tiempo la frontera quedaba cerrada a los porteadores y a los "vehículos patera".
Este lunes las puertas volverán a recibir la práctica del porteo y previsiblemente venga acompañado de un nuevo caos de personas y vehículos.
Las administraciones aseguran que siguen trabajando en buscar soluciones a este problema fronterizo que no beneficia a nadie. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, anunciaba en el pleno ordinario del mes de junio, tras ser interpelado por los partidos de la oposición, que el asunto se había trasladado a Madrid y que existía una estrategia.
Al parecer, el Gobierno tiene previsto concentrar a los vehículos con mercancías en una zona cercana al Hospital Universitario donde tendrían cabida unos 600 coches. Esta medida pretende evitar las largas colas en la N-352 y, por consiguiente, conseguir la fluidez en la zona.