¿Qué le ha movido a aceptar la propuesta de convertirse en el candidato del Partido Popular al Congreso?
Es una experiencia totalmente nueva, pues acepto que carezco de cualquier tipo de experiencia política. ¿Por qué acepto? Yo soy funcionario, un trabajo que he desarrollado prácticamente durante toda mi vida y que comporta un compromiso de servicio público del cien por cien. Tener la posibilidad de llegar a ser diputado es aspirar a continuar con ese trabajo, es seguir esforzándose por la gente, por los ciudadanos, tal y como he hecho hasta ahora en el ámbito de la Agencia Tributaria.
He de reconocer que cuando se me propuso me generó un cierto vértigo. No tienes experiencia, quizás te vas a ver obligado a dejar atrás cosas que has hecho durante mucho tiempo, una trayectoria profesional que puede que abandones y que no sabes si vas a volver a recuperar… Pero he hablado con muchos compañeros y todos llegamos a la misma conclusión: La que se me ha ofrecido es la oportunidad más importante que se le puede dar a un funcionario.
Su designación ha frustrado las aspiraciones de repetir en la candidatura de Francisco Márquez, el último diputado por Ceuta. ¿Le incomoda esta situación?
Bueno, es como el fútbol. A uno le gusta jugar porque lo ha hecho mejor y no por lesión de otro. En todo caso, es una cuestión que ha decidido el partido y en la que yo, evidentemente, no he tenido nada que ver.
Yo sólo puedo hablar muy bien de Paco Márquez. Cuando trabajamos en la reforma del régimen económico y fiscal de Ceuta resultó necesario en un momento determinado hablar con Tributos. Él, con su presencia en Madrid, resultó un apoyo fundamental para conseguir lo que pretendíamos. No solamente eso. Las pocas veces que he tenido trato personal con él, que he tenido que trabajar con él, ha sido fantástico.
Independientemente de la decisión que ha adoptado el partido, que hay que respetar siempre, mi opinión personal sobre él es muy buena.
Imagino que su condición de delegado de la Agencia Tributaria le ofrece una perspectiva privilegiada sobre los resortes que mueven la economía local. ¿Qué se ha de hacer para propiciar el desarrollo económico de Ceuta?
Ya conseguimos un cambio muy importante en el régimen económico y fiscal. En el grupo de trabajo que lo consiguió creemos que todavía es posible dar una vuelta de tuerca más para mejorarlo si cabe. Junto a éste tenemos otro proyecto como el de la reforma del IPSI, en el que la Confederación de Empresarios de Ceuta está trabajando de una manera muy activa. Pero, sobre todo, no podemos perder de vista la frontera, un elemento que yo siempre he considerado muy importante.
El proyecto para reformar la frontera constituye una de las obras más importantes de cuantas se van a ejecutar en la ciudad, y ello debido al efecto que ejercerá sobre el comercio. Es verdad que El Tarajal es un núcleo muy relevante de actividad económica pero no debemos olvidar, ni mucho menos, la actividad comercial que se desarrolla en el centro de la ciudad. Éste es un comercio que vive, fundamentalmente, del turista marroquí, que es muy potente y cada vez lo es más.
Una agilización en los pasos fronterizos comporta un gran potencial económico para Ceuta. Yo lo comparo, con la intención de que pueda entenderse fácilmente, con El Corte Inglés. El centro de El Corte Inglés en la Castellana de Madrid nunca tendría la puerta medio cerrada a sus clientes. Antes al contrario, facilita la entrada para que todo el mundo acuda.
¿Por qué, pese a la pretendida recuperación económica que defiende el Gobierno central, las tasas de desempleo continúan siendo de las más altas de España?
El desempleo es uno de los mayores problemas que padece actualmente esta ciudad. La recuperación económica que se apunta y que parece ha adquirido cierta estabilidad ayudará sin duda a mejora las tasas de desempleo. El hecho de que el PP haya traducido esta recuperación en puestos de trabajo ha de tener también su reflejo en la ciudad. El régimen económico y fiscal ha de permitir una mayor presencia de empresas en Ceuta. Y todo esto, conjuntamente, debe redundar en mejoras.
También hay que considerar la necesidad de luchar contra la economía sumergida. Es algo que en Ceuta, como en el resto del país, existe y contra lo que hay que combatir. Hay algunas personas que se benefician de determinados subsidios y prestaciones que probablemente no les correspondan y que tiene otro trabajo que no es transparente de cara al sistema.
Términos como concertinas o devolución en caliente le acabarán resultando familiares durante la próxima campaña electoral. ¿La política migratoria auspiciada por España, con su consecuente reflejo en Ceuta, es la más adecuada?
Es un tema que no sólo se debate en el ámbito de Ceuta sino en el de toda la Unión Europea. Cuáles son los medios que se han de disponer, cuáles los efectos que se derivarían de una apertura excesiva… Es necesario hacer un análisis muy pormenorizado, evaluando pros y contras y, sobre todo, teniendo en cuenta a las personas que vienen, en qué condiciones lo hacen, quiénes son. A estas personas hay que proporcionarles, en la medida de lo posible, la mayor de las ayudas puesto que son personas que no han elegido en absoluto estar en esa situación.
Pero también, y me gustaría no olvidar jamás a esa cantidad de gente que está desarrollando su trabajo y que en ocasiones parece que olvidamos y que algunos presentan, dicho entre comillas, como los malos de la película. La Guardia Civil y la Policía Nacional hacen un trabajo fundamental y creo que en muchas ocasiones poco valorado.
Sé que la inmigración es muy importante, sé que hay un componente social que es fundamental, es verdad que viene gente con unas necesidades bárbaras, pero me gustaría no perder de vista a los funcionarios que desarrollan el trabajo de recibir a esa gente, de atender a esa gente.
En cuanto a las devoluciones en caliente, ahí están los pronunciamientos de la justicia. Se utiliza siempre y en todo momento lo que establece la ley. Y si no se está de acuerdo con el tenor de la ley, habrá que modificarla en un sentido o en otro. Creo que hasta ahora las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se han sujetado a lo que dice la ley.
Rajoy insiste en que si el PP no obtiene mayoría para formar Gobierno, la recuperación económica se irá al traste. ¿Vivimos realmente esa recuperación de la que se ufana el presidente?
En estos cuatro años se ha vivido una situación económica muy complicada. Veíamos cómo bajaba la recaudación de una manera brutal, cómo se perdía empleo de manera continuada día tras día… Los ciudadanos hemos soportado recortes, dificultades, restricciones y hemos conseguido, con ese esfuerzo, enderezar el rumbo. Hacer un cambio ahora puede poner en riesgo toda esa recuperación, todo ese camino. Y no sólo es que lo diga el presidente, es que en muchos foros internacionales se reconoce el trabajo que se ha hecho aquí.
Este Gobierno ha hecho un trabajo muy bueno y creo que, como mínimo, se merece la continuidad para conseguir culminarlo. El presidente y su equipo con las medidas que han adoptado, con la seriedad que han mostrado, con la tenacidad y con el temple demostrado en determinados momentos han conseguido mantener un país que estaba al borde de la intervención.
