ENTREVISTA

Faitah: "Los ceutíes somos ciudadanos de segunda"

Mohamed Faitah es el candidato al Congreso por Podemos. Elegido en un proceso abierto de primarias, este activista social, presidente de la oenegé Pedgagogía Ciudadana, defiende la necesidad de un cambio de políticas, asentadas en la atención a las necesidades reales de los ciudadanos, y un nuevo modelo de organización territorial de España. 

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photo_camera El candidato al Congreso por Podemos, Mohamed Faitah/ ANTONIO SEMPERE

¿Cuál es el proyecto que Podemos ofrece a Ceuta?

Podemos es un proyecto coherente, sensato y realista, tanto en el conjunto de España como en Ceuta. Creo que muchas de nuestras propuestas tendrían un efecto muy positivo en la ciudad. Un ejemplo de ello es la renta mínima garantizada por la que apuesta Podemos. Ceuta es una ciudad que encabeza las listas de desempleo y pobreza. Pues bien, la aplicación de la renta garantizada vendría a aliviar la precaria situación en la que viven muchas familias.

Y es sólo un ejemplo.

 

Tanto Podemos como otras fuerzas políticas que concurren a estas elecciones juzgan necesario introducir cambios en la reorganización territorial del Estado. De acuerdo con el modelo que propone su formación, ¿cuál sería el encaje de Ceuta en España?

La reforma del modelo autonómico afectaría a Ceuta, claro está. Podemos ya ha dicho que tiene intención de hablar con todo el mundo para que exista un consenso, para que todos los territorios se sientan cómodos. Ceuta lo necesita. Esta condición un tanto extraña de ciudad autónoma que no se sabe muy bien qué es nos perjudica. Los ceutíes somos ciudadanos de segunda. Nosotros queremos equipararnos al resto del territorio nacional.  

El modelo que se maneja daría a Ceuta la opción de cambiar la figura jurídica que tenemos actualmente. Creemos que eso resulta vital para el desarrollo de la ciudad.

Se da la circunstancia de que son, precisamente, las áreas en las que el Estado posee competencias –educación, sanidad- donde se registran mayores carencias. Tenemos las tasas de abandono y fracaso escolar más altas de España, la calidad de la sanidad brilla por su ausencia… Cambiar esto pasa por el modelo territorial, por el cambio de nuestro actual estatus como ciudad autónoma.

 

¿Pero de qué forma se plasmaría este cambio?

Ya lo veríamos. Hay mucha gente que dice que es inasumible porque la Ciudad no tendría la capacidad de financiar competencias como educación o sanidad. Pero, ¿quién ha dicho que tengamos que asumir también la financiación? Podríamos buscar fórmulas híbridas, fórmulas mixtas en las que el Estado nos asegure la financiación pero la gestión se desarrolle desde Ceuta.   

 

Ustedes son muy críticos con las políticas migratorias del actual Gobierno de España. ¿Cuál sería su modelo?

Es un asunto peliagudo. No es fácil. Pero lo que tenemos claro es que cualquier política que se lleve a cabo ha de ser compatible con los derechos humanos. Eso es vital.

Por muchas vallas que pongamos no hallaremos una salida a la cuestión. Lo único que conseguiremos será acrecentar el sufrimiento de las personas.

Podría empezarse por actuar en los países de origen y promover una mayor inversión en cooperación al desarrollo, que ha ido mermando en los últimos años. Esas son las líneas a seguir. Las actuales son políticas equivocadas.

 

Sus críticos más acérrimos les acusan de ser capaces, incluso, de tirar las vallas abajo…

No, no, no vamos a tirar ninguna valla. No estamos diciendo eso. Estamos acostumbrados a que todo lo que decimos se acabe sacando de contexto. Se trata, insisto, de actuar en el origen del problema. Si hiciéramos esto, inmediatamente se vería disminuida la presión que se registra en las vallas. Por ahí deberían ir los tiros.

 

¿Qué importancia conceden a estas elecciones generales?

Son vitales. Creemos que son las elecciones más importantes desde que comenzó la democracia en este país. De hecho, Podemos nació realmente para estas generales.

Creo que no nos jugamos sólo el cambio de un gobierno por otro. Nos jugamos una década entera. Otros cuatro años de políticas de austeridad en este país resultarían fatídicos. Lo que se está cambiando es el modelo social. Está en juego el futuro de la próxima generación.

Lo que proponemos nosotros son reformas estructurales. No hacemos promesas, damos garantías. Ofrecemos respuestas a lo que se palpa en la calle.

¿Cuáles son esas reformas? Primero, una reforma del sistema electoral. Necesitamos un sistema más democrático. Tenemos, por ejemplo, a cerca de dos millones de españoles en el extranjero que se las ven canutas para ejercer su derecho al voto.

Segundo, una reforma de la justicia. Queremos una justicia independiente.

Tercero, la recuperación y blindaje de los derechos sociales mediante una reforma constitucional. PP y PSOE ya se pusieron de acuerdo para modificar el artículo 135 de la Constitución y así poner la obligación de devolver la deuda por encima de las necesidades sociales.

Cuarto, la lucha contra la corrupción, una lacra que ya parece ser un mal endémico, algo normalizado por la política de este país.

Y quinto, abrir un diálogo sobre el modelo territorial para repensarlo y conseguir que todo el mundo se sienta a gusto e integrado.

 

Una vez que los dirigentes de Caballas les han brindado su apoyo, imagino que su pretensión será la de hacerse con el electorado que la coalición logró reunir en las pasadas municipales…

Sí, claro eso es lo que queremos, queremos que se sume toda la ciudadanía. Siempre hemos dicho que Podemos no es un partido tradicional sino una herramienta que busca la unidad de todos. Creo que sería muy importante que el electorado de Caballas en estas pasadas municipales nos diera su apoyo. Pero, además del respaldo de Caballas, también contamos con el apoyo de otros movimientos sociales y hemos tocado otras fuerzas políticas progresistas. Eso sería lo ideal y es lo que buscamos: una confluencia de todas las fuerzas progresistas.

 

¿Cuántos años estaría ocupando el escaño en el Congreso en caso de ser elegido?

No pasaría de una segunda legislatura. En el supuesto de que saliera elegido ahora y me reeligieran en un futuro, claro. Pero creo que sí, ocho años es tiempo más que suficiente para aportar lo que uno cree que puede aportar.