La operación Paso del Estrecho en su fase de retorno se desarrollaba con normalidad hasta las ocho de la tarde. Mientras los vehículos circulaban con fluidez desde la frontera hasta las áreas de pre-embarque y embarque de la estación marítima, los menores extranjeros no acompañados que a diario pululan por las instalaciones portuarias entretenían su tiempo durante la tarde de este viernes disputando un partido de fútbol en las azoteas.
La presencia de estos menores en las calles ha cobrado relevancia estos días después de las quejas planteadas por distintos presidentes vecinales que acusan a los jóvenes de ser los responsables de un incremento de los actos delictivos en sus barriadas. Las referencias de los dirigentes vecinales ha merecido este viernes una reflexión del portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, quien ha reconocido como un reto la obligación que asiste a la Ciudad de prestar asistencia y protección a estos menores: “La opinión pública debe entender que no se puede criminalizar a estos menores; ellos son nuestra responsabilidad, y esa responsabilidad es algo a lo que tenemos que hacer frente”.
