A sus 30 años Luis Zambrano es un hombre dedicado en cuerpo y alma al fútbol. Desde muy pequeño practica este deporte que le apasiona. A los 25 años decide abandonar su ciudad natal, Huelva, para emprender en solitario una nueva vida, la de futbolista profesional. Desde entonces ha vivido en Lucena, Zamora, Tarragona, Albacete e Ibiza. Lleva en nuestra ciudad tan sólo un año, el tiempo suficiente para conocer a personas que le han cambiado su manera de ver la vida.
Tras esa faceta de deportista, Luis Zambrano esconde un lado humanitario que muy poca gente conoce. Zambrano participa con diferentes asociaciones de la ciudad, entre ellas Digmun y Elín, con un único objetivo: defender los derechos humanos de personas que no gozan de igualdad de oportunidades. "Es cuestión de concienciar a las personas que tienes a tu alrededor e intentar explicarles cómo está el mundo y que existe mucha gente que lo está pasando realmente mal", explica Zambrano.
Para Luis Zambrano, el problema es que las personas no se involucran, ven la inmigración como algo cercano pero bastante lejano al mismo tiempo."Intentamos acercar la realidad de la inmigración a las personas, que no sólo reciban información de lo que dicen los medios de comunicación", detalla. En sus ratos libres, el futbolista se dedica a repartir ropa y calzado entre los que más lo necesitan, acude al CETI a diario para hablar con los inmigrantes que allí residen e, incluso, ha llegado a cruzar a Marruecos para conocer in situ cómo viven los inmigrantes en los campamentos.
Las autoridades podrían hacer más
Zambrano acusa a las autoridades, y en especial a los dirigentes de la ONU, de cómo está la situación migratoria. Según el futbolista, se podría hacer más. "Nosotros luchamos porque la situación cambie, pero de algún modo interesa que en aquellos países, sobre todo subsaharianos, las personas continúen viviendo de la manera más miserable. Las máximas autoridades de la ONU son los principales interesados en que esto siga así. Partiendo de ahí, nosotros poco podemos hacer", comenta.
Luis Zambrano conoce de cerca la vida de muchos de estos inmigrantes porque se ha pasado horas charlando con ellos e intentando entender por qué abandonan sus países y deciden emprender este camino. "Nadie sabe las penurias por las que tienen que pasar estas personas hasta llegar a ciudades como Ceuta. Creo que no por haber nacido a miles de kilómetros de aquí tu vida tiene que ser peor", lamenta Zambrano.
Mirando hacia el futuro
Este futbolista solidario no cuenta con miras de futuro a muy largo plazo. "Por mis circunstancias, sólo pienso lo que voy a hacer de un año para otro. En estos momentos mi ilusión es ascender con el Ceuta y seguir aportando mi granito de arena para que el mundo cambie".
El centrocampista onubense piensa seguir dando patadas al balón, para conseguir victorias en la AD Ceuta, y a las personas, para acabar con aquéllos que no les hacen la vida fácil a los inmigrantes.
