comercio transfronterizo

Minutos de caos y desesperación

Estos son los dos calificativos que mejor definen la jornada de este jueves en los polígonos de El Tarajal. 

Caos y desesperación, son los dos calificativos que mejor definen la jornada de este jueves en los polígonos de El Tarajal. Desde la reapertura del nuevo paso de mercancías el pasado lunes las avalanchas de porteadores han sido la nota predominante. 

Con el fin de mejorar el tránsito por esa zona y evitar un mal mayor, las autoridades así como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han decidido concentrar a las personas con bultos en una zona del polígono más próxima al Tarajal II, de esta manera el tránsito por los polígonos es más cómodo y el caos está más controlado.

Hombres por un lado y mujeres por otro intentan acceder con la mayor celeridad posible por los tornos que controlan la mercancía y así llegar a Marruecos a vender los productos adquiridos. Esta prisa provoca minutos de auténtico pánico y horror.

Todo va según lo previsto, los porteadores en fila, pasando sin ningún problema hasta que de un momento a otro se forma una acumulación de personas que se empujan, chillan e incluso caen al suelo. La Policía Nacional intenta restablecer el orden hasta que con mucho esfuerzo lo consiguen y vuelve la normalidad. Este es el panorama que se puede observar de lunes a jueves en El Tarajal. 

La coordinación entre los agentes allí desplegados está siendo fundamental para evitar una desgracia. La Policía Nacional intenta que no se produzcan aglomeraciones de porteadores, estos agentes son ayudados por la seguridad privada contratada por la Ciudad que además está colocada en el pasillo de canalización de las personas que llevan los bultos. 

Mientras al otro lado de la frontera cientos de porteadores y vehículos esperaban para poder acceder a la ciudad. 

Un paso con condiciones

Hace una semana el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, anunciaba la reapertura de El Tarajal II pero con condiciones. Hay que recordar que el cierre del mismo apenas cinco días después de su apertura oficial vino motivado para salvaguardar la seguridad de las miles de personas que a diario transitan por esa zona y que se había convertido en un peligro dada la acumulación masiva de porteadores, llegando a concentrarse casi 10.000 personas en los polígonos. 

En primer lugar se ha limitado a 4.000 el número de porteadores que podrán acceder a la ciudad y se dosificará la entrada con la intención de evitar acumulación en los polígonos.

Además, se ha advertido a la comunidad de propietarios de los polígonos que la regulación de los flujos de mercancías y de personas en el interior de los mismos no será asumible por la policía, ya que no está dentro de sus competencias. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizarán las tareas que les asigne estrictamente la ley, entre ellas está la de intervenir para garantizar la seguridad ciudadana.

Por último, se ha instado a los polígonos a la adopción de las medidas de seguridad privada que fueran necesarias. Entre ellas la contratación de seguridad privada que se encargue de organizar las colas de usuarios, que controle los bultos y el acceso a los polígonos y que garantice la protección de las personas que allí se encuentren. De momento, este punto no se está cumpliendo y los propios comerciantes son los que están controlando la zona. 

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