Los padres y madres que bajan con sus hijos a los parques infantiles de La Marina vuelven a denunciar el estado en el que se encuentran. El suelo almohadillado, sobre todo del parque junto a las escaleras que bajan al Poblado Marinero, está separado "y en el caso de este parque que es para niños pequeños esta separación entre los piezas es un abismo para un niño que está empezando a andar", comenta la madre de Jaime mientras le mece en el único columpio que hay en el parque. "Estos columpios tipo cesta son geniales para niños que aun no andan porque es el único aparato en el que pueden jugar pero hay lista de espera", señala mientras María, una niña de 3 años, espera paciente su turno. "Tendrían que poner alguno más. Hay espacio", coinciden varias madres. "Y puestos a pedir, podrían poner unos bancos dentro del parque. Aprovechando la barandilla podrían poner bancos corridos", añade otro padre. Precisamente de columpios andan escasos los parques del centro. "Los que había en la explanada de La Marina no han vuelto a ponerlos después de feria, como pasa siempre, así que este columpio es el único para los más pequeños", lamentan estos padres.
Respecto a la limpieza estos padres aseguran que, por lo menos, en los dos parques de La Marina es relativamente buena "aunque si los jóvenes fueran más cívicos las cosas irían mejor y sobre todo, que coman pipas fuera del parque o las tiren en una bolsa porque luego nuestros hijos se llevan las cáscaras a la boca en cuanto nos descuidamos".
Estos padres aprovechan para hacer una petición a los dueños de los perros: que eviten que sus perros hagan pis en la valla del parque. "Tienen árboles para hacerlo aunque la verdad es que el suelo de La Marina da asco, entre meados por todas las esquinas y el agua sucia que sale de los maceteros", explican.
Esta opinión sobre la limpieza la comparten los usuarios del parque Juan Carlos I en los bajos de La Marina. "Es un estercolero, sobre todo los fines de semana", comentan. Y es que esta explanada es utilizada por los jóvenes para hacer botellón las noches de los fines de semana "y dejan todo asquerosos. Lleno de cristales y un olor a pis que no hay quien aguante", explican dos madres que bajan a diario con sus hijos a esta zona. "Los servicios de limpieza se esmeran en limpiar pero los cristales rotos o el olor a pis es difícil de quitar", explican.
El mantenimiento en estas instalaciones no es suficiente para estos padres. "Hay juegos que se pasan meses rotos o columpios que han desaparecido", explican, al tiempo que echan en falta una valla que separe la zona de juegos de las pistas aledañas.
