jornadas maratonianas, sueldos míseros...

Una seguridad privada "low cost"

Marea Negra no quiere hablar del futuro de los vigilantes de seguridad pero sí lo hace de un presente en términos poco halagüeños.

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photo_camera Protestando para mejorar las condiciones laborales de los vigilantes de seguridad privada (ARCHIVO/C.A.)

Ceuta actualmente cuenta con unas seis empresas de seguridad privada. Prosegur, Eulen, Integral Canarias (Marsegur) o Clece Seguridad seguro que suenan a más de uno.

Una profesión que para muchos debería estar más reconocida y sin embargo crecen las protestas por parte de los trabajadores que hacen oír sus reivindicaciones a través de los sindicatos.

CarbonellLa Asociación Marea Negra, entidad encargada de defender a este colectivo, considera que ejercer esta profesión en Ceuta tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

José Antonio Carbonell, vicepresidente de Marea Negra, resalta que esta ciudad es la única en la que las empresas pagan en tiempo y forma, “excepto Integral Canarias cuyos trabajadores han organizado movilizaciones y protestas por el impago de sus salarios”.

Es una de las ventajas que Carbonell destaca de esta profesión. El resto son aspectos negativos: falta de conciliación de la vida familiar, debido a las jornadas maratonianas que echan los trabajadores; un sueldo mísero que no llega a los 1.000 euros, “Integral Canarias paga a los vigilantes menos de 5,50 euros la hora, cuando la tarifa de una empresa de limpieza es de 7,50 euros la hora, por poner un ejemplo”, puntualiza el representante de Marea Negra.

Una profesión que para Carbonell no está valorada. “Una de las funciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es la de proteger y servir, un trabajo que desempeñan los vigilantes de seguridad por un sueldo nada digno”.

Otro de los aspectos que preocupa al colectivo es el de la jubilación. El grupo de cotización que les pertenece es el número 6, uno de los más bajos que hay. “Cuando un vigilante que cobra en activo 900 euros se jubile su sueldo no llegará ni a los 700 euros”, lamenta Carbonell.

A esto añadir lo que se ha convertido, según el representante de los vigilantes de seguridad, en la tónica habitual del Gobierno local, obviar la ley estatal de seguridad privada. A la hora de sacar a concurso un servicio la obligación es tener en cuenta dos requisitos: la calidad y el precio. Pues bien, al parecer, el Ejecutivo de Vivas tan sólo se fija en el precio más bajo a la hora de tener que contratar a una empresa u otra para ejercer las funciones de seguridad privada. “Con esto se consigue contratar un servicio sin medios adecuados ni profesionales como está pasando con Integral Canarias (Marsegur) que no tienen para pagar la nómina de sus trabajadores y siguen dándoles servicios”.protesta 2

Hace unos días Ceuta Actualidad publicaba las quejas de UGT contra la decisión del Gobierno local de adjudicar a la empresa Marsegur el contrato de seguridad del Museo de las Murallas Reales. Los ugetistas argumentan que la empresa elegida acumula un amplio historial de sentencias por incumplimientos de sus obligaciones con sus trabajadores en todo el país.

Marsegur mantiene el servicio de seguridad en el antiguo Hospital Militar, cuyos trabajadores han organizado movilizaciones y protestas por el impago de sus salarios.

Ésta ha sido la última protesta protagonizada por este colectivo que luchan por mejorar sus condiciones laborales y que se les reconozca su trabajo. 

 

Un presente muy negro

José Antonio Carbonell prefiere no hablar del futuro de los vigilantes de seguridad, sí lo hace del presente pero en términos poco halagüeños.

Para el vicepresidente de Marea Negra la situación laboral de estos trabajadores no se va a solucionar a corto plazo y van a seguir padeciendo las injusticias laborales que se repiten en los últimos años.

En estos momentos, Ceuta cuenta con 245 profesionales habilitados y 150 están desempleados. 

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