La imagen de las playas de la bahía norte cubiertas de algas marrones se repetirá este año. Así lo ha afirmado el biólogo de Septem Nostra, Óscar Ocaña. Se trata de una especie invasora de macro algas propias de Japón que, por ahora, solo se ha detectado en la bahía norte. “Desde que comenzó este proyecto se han aumentado los puntos de control y en dos de los tres puntos, este alga ya ha colonizado y está compitiendo con otras”, comenta Ocaña. Por ahora la zona del Desnarigado y el Sarchal se salva de su presencia. Precisamente en esta parte del litoral ceutí existen unos bosques de un alga autóctona que tiene una alta concentración en larvas de peces y sirve de refugio para otras especies gracias a sus 2 metros de altura. “Si el alga invasora llega tendremos un problema ecológico ya que cambiaría el paisaje y el sistema ecológico, como ha ocurrido en la bahía norte”. Solo en 2016, se retiraron más de 5 toneladas de estas algas en Calamocarro. Ocaña confía en que la Cytoseira, el alga autóctona “haga sombra a la invasora y no acabe con los bosques marinos”.
Las condiciones térmicas, la maricultura con especies exóticas, el transporte marítimo, los escapes de especies exóticas de centros recreativos y la sobrepesca y alteración de los fondos marinos han provocado un cambio global favorable para que estas algas invasoras encuentran cobijo en los fondos marinos del mar de Alborán.
La Administración, de espaldas
La asociación ecologista ha aprovechado la presencia de los medios para reivindicar mayor atención por parte de la Administración Local y que no presenten propuestas “disparatadas como la regeneración de las playas con arena de Los Caños de Meca o crear arrecifes artificiales”. Ocaña ha pedido que les tengan en cuenta como expertos en medio ambiente y que se les escuche. “El consejero de Medio Ambiente siempre dice que queremos dinero. En este caso no nos hace falta, ni lo pedimos. Solo queremos que nos sentemos juntos para llevar a cabo una ordenación del litoral antes que llenar las playas de arena o crear arrecifes artificiales”.
Asimismo, la asociación critica que se destinen unos 200.000 euros a la retirada de las algas en vez de "preocuparse por su origen, causas y demás", comenta el presidente, José Manuel Pérez Rivera.
