Las hidroeléctricas obtienen un margen del 500%

El ministro anuncia que continuarán las subidas de precios. El regulador investiga y los precios alcanzan nuevos máximos históricos

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Estrella Digital

Nadal, ministro de Energía,Turismo y Agenda Digital, viene a reconocer que, a pesar de ser uno de los países con la energía eléctrica más cara de Europa, para buena parte de los españoles se convierte en un bien de lujo. El ministro solicita comparecer en el Congreso para explicar la situación, aunque se reconoce inerme a la hora de actuar sobre un mercado desbocado. Buena parte de la responsabilidad de este alza en el precio, es que no están en funcionamiento las centrales de producción eléctrica más baratas y eficientes. El precio lo están marcando las más caras por un mecanismo viciado al marcar los precios.

A las 20 horas de hoy, 19 de enero, la energía se pagara a 95.11 euros al megawatio, un 3% de aumento en un solo día. Un 30% más del precio con el que empezamos el año 2017 y más del doble que hace un año.

Parece difícil que sean las condiciones metereológicas (sequía y ausencia de viento) las que expliquen esa evolución. No son pocos los analistas que dan relevancia a los incentivos que tienen las empresas para aprovecharse de la regulación.

 

Distorsión en el mercado

El mercado tiene un carácter “marginalista”. Es decir, el precio lo determina la última central que entra a satisfacer la demanda. Las empresas están muy interesadas en que sean las centrales de carbón (precio duplicado este año) o de gas (precio que evoluciona según el petróleo) las últimas en ser utilizadas.

¿Objetivo? Sencillo: un megawatio hidroeléctrico puede salir a 20 euros, frente a los 95 euros del precio marginal. Es decir, a las ocho de la tarde, las empresas con plantas hidroeléctricas están obteniendo un brutal margen de casi cinco veces el coste.

No es casualidad que la empresa que más sube el precio, sea la misma que ofrece más dividendos: Iberdrola posee el 50% de la energía hidrdroeléctrica y buena parte de la nuclear.

A pesar de cobrar por “capacidad”, es decir por estar en disposición de funcionar, las empresas afirman no tener gas para las centrales que usan este combustible y que están paradas, pudiendo producir energía a 40 euros, desviando la demanda hacia producciones más caras (uso del carbón).

 

Investigación e intervención

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha anunciado investigación del mercado. Básicamente, deberá dilucidar por qué las producciones más eficientes y más baratas se están usando menos.

Los precios han alcanzado ya un nivel similar al que obligó al exministro Soria a intervenir, anulando el sistema de subastas que demostró estar manipulado por las compañías