España está sufriendo sin duda las consecuencias de haber impulsado un patrón económico insostenible, basado en el consumo ilimitado de suelo, de energía y de agua.
Este patrón debe ser modificado propiciando un cambio integral de nuestro modelo productivo convirtiéndolo en una oportunidad para una nueva economía. Dependemos de los recursos importados y muchos de ellos se habrán agotado en un plazo de tiempo relativamente corto. Si no actuamos desde la legislación, desde la fiscalidad, desde la concienciación ciudadana, desde la innovación científica y empresarial y, cómo no, con una clara voluntad política, estaremos incumpliendo con el imprescindible pacto intergeneracional.
La preservación del Medio Ambiente y la apuesta por la sostenibilidad constituyen una obligación ética hacia los habitantes de la TIERRA, tanto de las generaciones presentes como de las futuras, así como un elemento clave de la igualdad de oportunidades y de la calidad de vida de los ciudadanos. Cada vez más, el medio ambiente se configura como un derecho y como una exigencia de solidaridad.
Los grandes liderazgos mundiales no consideran la seguridad ambiental como un asunto de primer orden, rebajando la importancia de los acuerdos internacionales como el de París, y poniendo en riesgo los objetivos de reducción de emisiones, la base para garantizar el futuro de las próximas generaciones en décadas venideras. En España, el Gobierno del PP vuelve a perder la oportunidad de ocupar un importante espacio político en la escena internacional y estar junto con los países que lideran la lucha contra el cambio climático, presentando unos presupuestos en el que todas las partidas relacionadas con la protección y desarrollo de nuestro patrimonio natural disminuyen considerablemente.
En el Día de la Tierra el Partido Socialista Obrero Español consciente de las amenazas que afectan a nuestro Planeta debidas a la agresión producida por la actividad humana, considera una obligación inaplazable trabajar de forma decidida por su recuperación y preservación, con responsabilidad y participación, incluyendo en la respuesta colectiva a los poderes públicos, agentes sociales y económicos y a toda la ciudadanía.
