Año electoral. 2015 ha sido un año eminentemente electoral. Las municipales de mayo abrían las hostilidades entre los partidos y modificaba el mapa político local con la irrupción del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), que con apenas unos meses de vida se hacía con tres escaños en la Asamblea, y de Ciudadanos, formación que lograba sentar a un diputado en el pleno.
La victoria del Partido Popular no tuvo para los conservadores el dulce sabor de otras ocasiones. Los populares vieron reducida su mayoría absoluta hasta los 13 escaños en unas elecciones que supusieron para los de Juan Vivas la pérdida de 7.000 votos.
La generales se saldarían con un nuevo éxito para el PP, que, pese a una nueva sangría de apoyos, conseguía mantener el diputado y los dos senadores en las cámaras nacionales.
Adiós de Carracao. La primera sorpresa postelectoral vino de la mano del secretario general del PSOE y diputado, José Antonio Carracao. Inesperadamente, y apenas unos días después de que los socialistas se convirtieran en la segunda fuerza más votada en las elecciones locales, Carracao anunciaba su dimisión aduciendo razones personales.
La salida de Carracao provocó un movimiento sísmico en el seno del partido que, pese a la imagen de unidad que pretendió darse tras la elección como secretario general de Manuel Hernández, no consiguió aquietarse hasta que la proximidad de las generales recomendó un cierre de filas.
Frente a la justicia. La actividad pública ha acabado en algunas ocasiones en los tribunales de Justicia. Los juzgados de lo Contencioso-Administrativo de la ciudad estimaban las denuncias planteadas por el sindicato UGT contra los nombramientos de los viceconsejeros designados por el Gobierno local. Las distintas resoluciones dictadas por los jueces concluían que la Ciudad carece de competencia para nombrar miembros del Gobierno a personas sobre las que no concurra la condición de diputado electo.
Pero el mayor escándalo político del año ha sido, sin duda, el que toma el nombre de la promoción de viviendas de protección oficial Loma Colmenar. La publicación por un periódico local de un listado con los presuntos adjudicatarios de las casas, desautorizado por el Gobierno local, abrió la caja de los truenos. El exgerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvicesa), Antonio López, se vio, de improviso, en el ojo del huracán, acusado de incurrir en irregularidades en la adjudicación de las viviendas.
López, activo defensor de la legalidad de la ya conocida como “lista fantasma”, es el único imputado en la causa abierta en los tribunales y una china en el zapato para el Gobierno de Juan Vivas.
Despedidas. El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, de 54 años, fallecía en junio víctima de una penosa enfermedad. González se convirtió durante más de tres décadas en una referencia de la vida política local.
Protagonista de la transición de la vieja Alianza Popular al refundado Partido Popular, González fue presidente de las juventudes de la formación conservadora entre 1983 y 1987 y llegaría a convertirse en presidente regional de la organización en Ceuta.
Desde 1993, y a lo largo de cinco legislaturas, González ocupó un escaño en el Congreso de los Diputados. Su regreso a la política ceutí se produjo de manera paulatina, primero como comisario de la extinta Fundación Crisol de Culturas y, finalmente, como delegado del Gobierno en la ciudad.
Unos meses antes, en marzo, fallecía súbitamente el líder del recién creado Partido Libre Ceutí, Pedro Gordillo. Senador entre 2004 y 2008, vicepresidente de la Ciudad desde 2007, y presidente del PP de Ceuta desde 1994, un oscuro affaire le distanció del que había sido su partido.
