juicio en la audiencia nacional

El presunto líder de la célula yihadista desarticulada en la Operación Chacal culpa al actor José Coronado de su arresto

La vista contra los seis presuntos integrantes de la célula yihadista desarticulada en Ceuta a comienzos de 2015 ha comenzado este martes en la Audiencia Nacional. Farid Mohamed al Lal, a quien la acusación identifica como líder del grupo, ha asegurado ante el tribunal que su detención se debió a un incidente con José Coronado, actor de la serie "El Príncipe". El procesado ha llegado a asegurar que Coronado y la actriz Hiba Abouk, una de las protagonistas de la ficción televisiva, estuvieron presentes en su arresto.

El juicio que ha arrancado este martes en la Audiencia Nacional contra los seis presuntos integrantes de una célula yihadistas detenidos en El Príncipe en enero y marzo de 2015 ha tenido un comienzo insólito. El presunto cabecilla de la organización, Farid Mohamed al Lal, ha atribuido su detención al actor José Coronado, protagonista de la serie de televisión “El Príncipe”. Según su delirante testimonio, su arresto se habría debido a que un amigo suyo insultó al actor, una afrenta a la que éste le habría respondido con la advertencia de que antes de que concluyera la serie Farid iría a prisión.

El acusado ha ido más allá al detallar que Coronado y la actriz Hiba Abouk, una de las protagonistas de la ficción televisiva, estuvieron presentes en su detención e, incluso, que el actor le llegó a propinar dos puñetazos.

Farid Mohamed Al-Lal se enfrenta a una petición de pena de la Fiscalía de doce años y medio de cárcel y siete de libertad vigilada. El Ministerio Público considera en su escrito de acusación que el acusado lideraba una célula “estable” y “jerarquizada” adscrita a la organización terrorista Daesh con capacidad e intención de cometer atentados en España.

Según los investigadores cuyas pesquisas permitieron la desarticulación de la célula, Farid compartió un video en el que aparecían dos de los procesados recibiendo entrenamiento físico mientras, de fondo, se dejaban oír cánticos yihadistas. El acusado ha explicado que la música que acompañaba a los vídeos fue elegida por un vecino suyo a quien le gustaba el ritmo, pero ha negado mantener vinculación alguna con organizaciones terroristas. En cuanto a los vídeos con referencias a atentados yihadistas, Farid se ha limitado a asegurar que su ordenador era accesible a mucha gente.

El procesado ha negado que las armas requisadas en su domicilio fueran de su propiedad y ha argumentado que es espectador de películas pornográficas en un intento por demostrar su distanciamiento con los postulados yihadistas. “Uno del Estado Islámico no haría eso”, ha sostenido. Además, ha replicado a las preguntas del tribunal que visionar vídeos inspirados por terroristas no le convierte necesariamente en uno de ellos.

 

Operación Chacal

La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional juzga desde hoy y hasta el próximo día 4 a Farid Mohamed Al-Lal y a sus hermanos Yunes y Mohamed, junto a otros tres presuntos miembros de la célula: los también hermanos Anuar y Reduan Ali Amzal y a Abdel Abdel Lah Ahmed.

Según el relato del escrito de acusación del Fiscal, el proceso de radicalización del líder del grupo se inició en el periodo en el que coincidió con Mohamed Achraf en el centro penitenciario de Topas, en Salamanca. Achraf estaba condenado como líder de una célula islamista que paneó atentar con un camión bomba, cargado con 500 kilogramos de explosivos, contra la sede de la Audiencia Nacional.

Tras las detenciones de Farid Mohamed Al Lal, Mohamed Mohammed Al Lal, Amwar Alli Amzal y Reduan Alli Amzal el 24 de enero de 2015, que dio inició a la Operación Chacal, la Policía Nacional desplegó un segundo operativo en marzo que permitió la detención del resto de miembros del grupo.

En los registros practicados en los domicilios de los detenidos la Policía se incautó de diversas armas blancas y de fuego, teléfonos móviles, uniformes militares y placas de matrícula para vehículos.

La Policía atribuye al grupo también la autoría de las pintadas que con la leyenda “Lo de Charlie es poco, el Estado Islámico está de camino” aparecieron en distintos puntos de la ciudad tras los atentados de París de enero de 2015.

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