JUEVES SANTO

Jueves Santo espléndido entre el rito y la tradición

La Encrucijada ha sido la encargada de abrir el desfile procesional este Jueves Santo, seguida de las Penas y el Vera Cruz. El buen tiempo ha sido el protagonista de una jornada de devoción mostrada por los cientos de ceutíes que han querido echarse a la calle para disfrutar de la Semana de Pasión. 

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y María Santísima de las Lágrimas ha sido la encargada de abrir el Jueves Santo con su salida procesional desde la parroquia de San José a las 18.00 horas. Debido a la falta de costaleros, la hermandad se ha visto obligada, al igual que ocurrió el año pasado, a suspender su tradicional encuentro y recitar una plegaria cantada en su lugar. 

A partir de ese momento, el cortejo, formado por un solo paso en el que han juntado las dos imágenes, ha comenzado a recorrer la avenida Otero, los Jardines de la Argentina, el Puente Cristo y la Plaza de África para entrar a la hora señalada en carrera oficial. Poco después, el desfile procesional realizaba su estación de penitencia para comenzar el camino de vuelta hacia su Casa de Hermandad, cruzando el interior de la Plaza de África y los Jardines de la Argentina. El cortejo hacía entrada en el templo a las 01.30 horas. 

La segunda de las cofradías en ganar la calle este Jueves Santo ha sido la de las Penas. El desfile procesional ha arrancado desde la iglesia de San Francisco en torno a las ocho menos cuarto de la tarde en presencia de una abigarrada concentración de ciudadanos que apenas dejaba hueco para el paso del cortejo en la angostura de la calle Beatriz de Silva.

Los tronos del Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Penas han emergido entre la multitud con un caminar pausado, en una maniobra lenta y cuidada que ha servido para subrayar la belleza de las tallas y la solemnidad de los penitentes que las custodian.

Poco antes de las diez de la noche, el desfile procesional hacía su estación en la Catedral para, a continuación, enfilar la carrera oficial de camino a la iglesia de San Francisco, donde tenía programada su recogida a las doce y veinte de la noche. 

Tras las Penas, se incorporaba al recorrido procesional la Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Desamparo. La talla del Cristo volvía a las calles de Ceuta después de protagonizar el Vía Crucis del pasado viernes.

La sobriedad que le confiere su condición de hermandad de silencio, subrayada por la música grave del cuarteto de capilla que acompaña al paso, vestía la noche de una espiritualidad especial, más acentuada.

La decisión adoptada por la junta de gobierno de ampliar el recorrido de manera que, a diferencia del pasado año, el desfile se prolonga también por Revellín e Ingenieros, ha brindado la oportunidad a los ceutíes de contemplar con mayor detenimiento la belleza de la talla.

 

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