Los futuros cofrades y costaleros han llevado a cabo una perfecta puesta en la calle de los pasos del Cristo de la Infancia y la Virgen de la Inocencia. La cruz de guía, escoltado con por dos faroles, abría el cortejo, en una tarde agradable que ha realzado el desfile. Detrás un numeroso grupo de niñas de mantilla.
Unos monaguillos, con túnicas rojas y roquetes blancos, precedían al paso del Cristo de la Infancia, que gracias al buen hacer de los pequeños costaleros desfilaba con gran esplendor. Los pequeños pudieron oír desde las trabajaderas más de ovación a su paso.
La agrupación musical de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen de la Amargura acompañó al cortejo durante el recorrido por las calles del centro. Tras los músicos, un grupo de penitentes, con túnicas blancas, abrían el camino al paso de palio de la Virgen de la Infancia. Una bonita imagen cubierta con un manto azul claro que lleva incorporado el escudo de Ceuta.
Un cortejo en el que todo está estudiado y en el que, a pesar de la corta edad de los participantes, da gusto contemplar. Con esta procesión en miniatura se pretende inculcar a los niños las tradiciones cristianas para crecer en la fé.