Una nota del Gobierno anunciaba el 26 de febrero de 1976 que España abandonaba definitivamente el Sáhara Occidental. El ejército español se había retirado poco más de un mes antes el territorio.
El proceso, vertiginoso, sorprendió a muchas familias españolas cuyos hijos habían crecido en la excolonia. Aquellos adolescentes vieron cómo sus padres –militares, empresarios, funcionarios, trabajadores de los yacimientos de fosfatos- les conducían de la noche a la mañana a una ciudad de la Península donde, a partir de entonces, seguirían con sus vidas.
Los niños y jóvenes que dejaron el Sáhara atrás hace cuarenta años no olvidaron, sin embargo, aquel escenario africano que fue en el que se desarrollaron su infancia y adolescencia.
Dos de ellos, las hermanas Menéndez Moro, promovieron hace 19 años un reencuentro de antiguos residentes en el Sáhara, una iniciativa que se ha ido repitiendo año tras año en distintas localidades del país. La mediación de Olga Galiano y Óscar Marías, también niños del Sáhara, ha conseguido que Ceuta haya sido elegida como sede del encuentro de este año.
Las dificultades que entraña el desplazamiento a Ceuta no han impedido que unos cuarenta exresidentes –procedentes de Melilla, Vigo, Ciudad Real, La Palma, entre otros muchos lugares del país- comenzaran a llegar a mediados de la pasada semana a ciudad para participar en los actos programados para este sábado y este domingo.
Los actos comenzaban ayer con una recepción en un conocido pub de la ciudad y continuarán a lo largo del día de hoy con visitas turísticas y una cena en el parador La Muralla. La organización ha contado con la colaboración de Servicios Turísticos de la Ciudad, que ha puesto un autobús a disposición de los participantes en el encuentro, entre quienes ha repartido bolsas con artículos de promoción turística de Ceuta.
