agravios y apoyos a una ciudad que busca vías para su desarrollo

Ceuta, catálogo de dependencias

¿Qué inventario de agravios elaboraría un ceutí que, por muy estrafalaria que resulte la idea, se plantease la necesidad de independizar a su tierra natal de toda una serie de servidumbres que condicionan su desarrollo?

banderas ceuta españa ue
photo_camera Las banderas de Ceuta, España y la UE (C.A.)

Mientras una parte de los ciudadanos de un territorio en el levante mantiene las hostilidades con el Estado, al sur, avanzada en el Estrecho, una pequeña localidad poblada por irreductibles españoles brama contra los separatistas. Quienes claman por abandonar el país arguyen sus singularidades, su peculiar idiosincrasia, una historia de incomprensión e indiferencia. Los que se encomiendan a los valores patrios que encarna la enseña rojigualda también esgrimen argumentos parecidos. Pero ellos, inasequibles al desaliento, lo que pretenden es quedarse.

Aunque resulta harto dudoso –“y el grito de ‘Viva Ceuta’ suena en mi alma cual eco fuerte de un ‘Viva España!’- quizás, emboscado entre el común de sus conciudadanos, exista un ceutí subyugado por la idea de la independencia de su tierra natal. Quizás, en esta ensoñación del ceutí libertador, quepa imaginar la irrupción de la Guardia Civil en el domicilio del disidente, la detención del sedicioso, un registro minucioso de sus pertenencias y el decomiso, de entre todas ellas, de un pequeño cuaderno de tapas albinegras en el que, rotulado con grueso trazo amarillo, el color de la traición, puede leerse: “Catálogo de dependencias”.

 

1. Dependencia del sector público: La actividad del sector servicios representa, según las fuentes, cerca del 90% del conjunto de una economía soportada en gran medida sobre el sector público. Ceuta fía gran parte de su supervivencia a la evolución del consumo, que en los últimos años no ha atravesado su mejor coyuntura.

En lo que respecta al peso de lo público, se estima que el valor añadido por habitante generado por la Administración Pública de Ceuta cuadruplica el del conjunto del país.

El Estado, además, constituye una presencia casi omnímoda en el día a día de los ceutíes.

 

2. Dependencia de las navieras: El Estado compensa a Ceuta, tal y como hace con otros territorios insulares, por su aislamiento geográfico de la Península. Los ceutíes disfrutan de bonificaciones al transporte marítimo del 50%, lo que, sin embargo, no evita que el precio de los pasajes continúe siendo muy elevado. Estas tarifas excesivas, además, disuaden a los no residentes de visitar la ciudad, con los consiguientes perjuicios que de ello se derivan para la economía local.

Las navieras han conseguido hasta el momento soportar la presión y la crítica populares por su gestión de las líneas del Estrecho, un éxito que, en buena parte, deben a la incapacidad de las administraciones públicas de exigirles una proporcionalidad entre el servicio prestado y el precio que por él han de pagar los usuarios. Ceuta constituye un floreciente negocio para las compañías navieras

Un informe de la consultora RBB Economics concluía este año que el coste total medio por pasajero o vehículo que soportan las empresas resulta muy inferior al precio que se exige a los usuarios. Los beneficios de las navieras son calificados en el estudio de “extraordinarios”.

El coste medio para el conjunto de la ruta asciende a 23,520 euros por pasajero. Frente a ello, los precios que se cobran actualmente a los usuarios superan esa cantidad entre un 36% y un 42%. La desproporción entre coste y precio también es evidente en el caso del transporte de vehículos: 56,364 euros por automóvil para unas tarifas por las que el pasajero ha de pagar entre 76,6 y 110 euros.

 

3. Dependencia de la frontera. La condición de frontera impone a la ciudad una serie de servidumbres que no sólo se traducen en cargas económicas sino también en un cuestionamiento de su prestigio de cara al exterior.

La gestión de la frontera comercial, con el lastre que supone el denominado “comercio atípico”, obliga a la Ciudad la asunción de una serie de servicios cuyo coste las autoridades municipales han llegado a cifrar en los 11 millones de euros anuales. Además, la situación generada por el acarreo del bulto de uno a otro lado de la frontera está colocando al comercio local en una muy difícil posición.

Pero la frontera también tiene un coste de imagen. La valla que circunda el perímetro fronterizo es escenario de las pugnas entre los migrantes que tratan de acceder irregularmente a la ciudad y las fuerzas de seguridad que procuran impedirlo. Ceuta se convierte en el tablero sobre el que el Gobierno pone en práctica sus políticas de represión de los tráficos migratorios y donde instituciones internacionales y oenegés defensoras de los derechos humanos centran su atención.

Y, como todo, el mantenimiento de la infraestructura levantada para disuadir a los migrantes también tiene su precio en euros: 1,1 millones de euros, según el Gobierno. Entre 2005 y 2013, los cercados fronterizos de Ceuta y Melilla costaron al erario español 24,6 millones.

 

4. Dependencia de los Planes de Empleo. El número de desempleados registrados en la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) alcanzó los 12.384 a finales del pasado septiembre. Los elevados índices de desempleo que arrastra la ciudad constituyen un problema que va más allá de lo meramente económico. Miles de personas, en una elevada proporción sin formación básica, afrontan un oscuro futuro de paro y marginalidad. Las administraciones, incapaces hasta la fecha de encontrar una solución a un problema que amenaza con acabar convertido en un detonante del conflicto social, sólo han sabido reaccionar creando una red de subsidios.

En esta política cabe situar los denominados Planes de Empleo, programas que ofrecen trabajo eventual a un millar de personas cada año. Finalizado su periodo de vigencia, los desempleados retornan donde solían: a las listas del paro. Este año la Ciudad recibirá 11,6 millones de euros para la financiación del Plan que, asumida por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), proporcionará trabajo a 1.155 personas durante un máximo de nueve meses.

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