Un año más la ciudad ha tenido dos puntos de referencia para celebrar el día de la Virgen del Mar. Bañada por el sonido del mar, la Reina de los Mares ha salido de la ermita de La Almadraba a hombros de quienes se encomiendan a ella antes de lanzarse al mar. Un barrio de pescadores, de gente de mar que cada año se vuelva con su patrona. Este año se han vuelto a vivir emotivos momentos cuando han acercado a la Virgen hasta la puerta de la casa de una mujer enferma.
Más solemne es la procesión del centro de la ciudad. La patrona de los marineros ha salido desde el Santuario de África hasta la playa de la Ribera arropada por una gran multitud de devotos, fieles y ciudadanos que no han querido perderse una de las procesiones más marineras de la ciudad.
El presidente de la ciudad, Juan Vivas, acompañado de varios miembros del equipo de Gobierno, el delegado de Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, y diferentes autoridades civiles, militares y religiosas, han abierto el cortejo hasta la orilla del mar donde los costaleros de la hermandad Hijos del Carmen han posado la barquilla de la Reina de los Mares sobre el Mediterráneo.
