los nervios de barceló al ser imputado

"Yo los favores los hago gratis"

González Barceló recibió el pasado diciembre una citación como investigado por el caso Emvicesa. Los nervios de quien dice no haber cometido ningún delito se dejan sentir en las conversaciones intervenidas por la UDYCO. 

vivas gonzález barceló
photo_camera González Barceló cuando era diputado de la Asamblea / EL PUEBLO DE CEUTA

Cuando Jesús Gonzaléz Barceló, actual asesor del presidente, recibió el 16 de diciembre una citación como imputado en el caso Emvicesa, su teléfono no dejó de trabajar durante los dos días siguientes. El motivo: saber por qué estaba citado y más por qué lo hacía como imputado.

La primera persona a la que llama quien fuera diputado del PP entre 2011 y 2015 es a su compañera de partido y secretaria general, Yolanda Bel, para saber si el PP ha sido denunciado por algo. El nerviosismo de quien fuera también gerente del PP entre 2004 y 2015 se hace patente en todas las conversaciones telefónicas intervenidas por la UDYCO durante los dos días siguientes a la citación. Barceló habla con Bel en varias ocasiones, con Furgui (uno de los supuestos intermediarios que cobraba dinero por las casas), con su mujer, con su sobrino para que le acompañe al juzgado como abogado y hasta envía varios sms al diputado Francisco Márquez.

Precisamente a Márquez, a Susana Román y al propio presidente, González Barceló alertó de la posibilidad de que Antonio López estuviese cobrando dinero por la adjudicación de viviendas, pidiendo incluso su cese en 2010. Una petición que fue rechazada por Vivas, según Barceló, porque “sería un escándalo”.

 

“Ya, pues yo le pedí al presidente en 2010 que lo quitara porque yo hablé con él y le dije Juan que aquí en las casas to el mundo no para de hablar que se están comprando y he llegao a llevarle a Susana a un policía de... yo yo...si es que yo era de los que delataba esto y no me hicieron caso de quitarlo y ahora me veo yo jejeje yo que he pedio que lo quiten, yo , yo que le he llevao a Susana un policía al que le habían pedio dinero, yo, yo se lo llevé cuando ella era consejera de...y el presidente ... igual le dije en 2010 quítalo que fíjate lo que hay y dijo Jesús no veas el escándalo que podía saltar y digo pues...”

 

Durante todas estas llamadas, González Barceló insiste en que lo único que hizo fue dar una lista con nombres de gente “pobre” a Antonio López por si pudiera hacer algo por ayudarles y ser “tenidas en cuenta” por la Comisión Local de Vivienda. “Eso no es un delito”, insiste. Asimismo, mantiene que una vez se entera que López va a ser sustituido, se interesa por ese listado por si esas personas se pusiesen en contacto con él para exponerle su situación y que no puedan recriminarle que no ha hecho nada por ellas. En este punto, la UDYCO concluye que es contradictorio ya que en otra llamada afirma que “ninguna” persona de esta lista ha sido adjudicataria de una VPO, algo que resulta “confuso e incongruente”, según la investigación, cuando dice que no conoce el nombre de todas esas 10 ó 12 personas que aportó el listado, “por lo que no podría conocer si finalmente resultaron adjudicatarias como aclara continuamente”.

En su personal investigación para saber por qué está imputado, González Barceló habla con su amigo Furgui, en cárcel por ser intermediario, en varias ocasiones para preguntarle si ha prometido casas a cambio de dinero. Algo que niega y aunque no quiere dar más datos por teléfono asegura que “ha hablado con la cúpula por si pretenden hacerle una encerrona y los ha amenazado con que todo lo tiene grabado”. Barceló intenta indagar sobre una paliza que dieron a su amigo, al que se refiere como un “enfermo adicto”. Según la versión del agredido “fue porque me hicieron una petición y como no quise entrar al juego, me dieron una paliza”. La UDYCO cree que el motivo de la paliza está en el pago por una vivienda que nunca llegó.

Respecto a su relación con el ex gerente de Emvicesa y cabecilla de la trama, González Barceló primero dice no haber coincidido con él para después confesarle a su sobrino y abogado que tienen confianza como para llamarle y quedar.

Por otro lado, intenta tranquilizar a su mujer reiterando que los favores los hace gratis. Expresión que repite en infinidad de ocasiones a lo largo de sus conversaciones.

González Barceló en una llamada con la jefa de Gestión en el Hospital Ingesa llega a pedirle que se entere quién es el juez.

 

“B: Entérate, entérate quién es el juez, quién entérate, quién es el juez del número uno de momento, a ver quién es.

M: Vale, escúchame coge lo más antiguo.

B: No será, no será Miguel Ángel no? Miguel Ángel no es el marío de Cristina no?

M: No no? que yo sepa no

B: Ojalá, ojalá fuera él jeje porque él me conoce, se daría cuenta y diría coño”.

 

Precisamente sobre el Ingesa habla en otra conversación. Esta vez con el diputado del PP, Juan Bravo, por un tema totalmente distinto. Barceló pide a Bravo que medie con el director de prisiones para contratar a la hija de una amiga como vigilante de seguridad. Lo hace asegurando que “igual que Justo (en referencia al gerente de Atención Sanitaria, Justo Ostalé) me hace en el hospital, que le dice oye que este tío tal y cual y el otro para seguir teniendo contrato…”

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