Opinión

Con dolor y rudeza

La vida da muchas vueltas, tantas que es una realidad con sus tristezas y sus alegrías, y con la misma cara de sentimiento y emoción que pusieron sus intérpretes en el final de la película "Los novios de la muerte" rodada en Ceuta, así quede en García Aldave...

Javier Chellaram

La vida da muchas vueltas, tantas que es una realidad con sus tristezas y sus alegrías, y con la misma cara de sentimiento y emoción que pusieron sus intérpretes en el final de la película "Los novios de la muerte" rodada en Ceuta, así quede en García Aldave...

La Cruz Laureada de San Fernando es la más preciada condecoración militar española honrando el reconocido valor heroico como virtudes que pueden recibirl. Las Fuerzas Armadas tienen en Ceuta a la única compañía del ejército español que tiene una Laureada Colectiva y es la tercera compañía de la Cuarta Bandera "Cristo de Lepanto" con sede en Ceuta en el Tercio Duque de Alba II de La Legión.

Cada sábado legionario, cada aniversario fundacional y cada arriado de la Bandera Nacional lo hago de la manera en que lo hacen los legionarios, con su Credo y su Novio de la Muerte, con el espíritu con sufrimiento y dureza, cantando lo más fuerte que puedo. 

En la Plaza de África en el Encuentro, en García Aldave o en cualquier esquina de la calle Jaúdenes o Velarde, sintiendo el aplauso de mi pueblo, el despedirse la formación y la gente entusiasta a rabiar. Sábado Legionario, Aniversario de Concesión de Laureadas al II Tercio Duque de Alba, celebración que supera en Ceuta al 20 de septiembre, al ser más íntimo y cerrado para los que nos sentimos orgullosos de tener a Ceuta como la Cuna de La Legión, orgullo de esta tierra. Atrás quedaron aquellas convenciones, aquellas audiencias y esos almuerzos y cenas, preciosas e irrepetibles, y aquellas charlas en el Salón del Príncipe con los brindis por el Primer Soldado de España, Su Majestad El Rey y por supuesto de postre, la leche de pantera...

Sólo tuve en mi mente la frase del Novio de la Muerte, que un gran dolor me mordía como un lobo el corazón... y gritar los vivas reglamentarios como así nos lo dictaron todos los oficiales, jefes, generales, suboficiales y militares de tropa que vistieron con orgullo la camisa verde legionaria. Cantar El Novio de la Muerte firme y con la voz desgarrada, la canción del legionario, un recuerdo emocionado a los que se marcharon para siempre, agrupándose en el quinto Tercio ante el Altísimo.

Leonardo Lobato desde allá arriba quiero que seas mi Ángel de la Guardia y antes de caer conviene recitar un espíritu, y que sea el espíritu de la muerte: el morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.

Al ver mis legionarios desfilar a 160 pasos por minuto, y recordar aquellos inolvidables Sábados Legionarios, y cuando me sentí mal y tan triste solo pude mirar al cielo en García Aldave y antes de desfallecer, pensar en las laureadas que la acción suponga una superación excepcional del deber, que la acción no sea un riesgo inútil o excesivo.

Que se tomen las medidas necesarias para obtener el mayor rendimiento de la acción, y que el hecho tenga lugar en momentos críticos y difíciles y que el acto heroico produzca extraordinarios cambios favorables y señaladas ventajas para las propias fuerzas.

Con el dolor y la rudeza como aquellos rostros impenetrables del final de la película de Los Novios de la Muerte, querida Legión siempre subiré a verte, la que me dio un código de honor a mi rebeldía, y su amor fue mi Bandera.