El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, se va a reunir con el nuevo superintendente de la Policía Local, el jefe superior de la Policía y el director de operaciones de la Policía Nacional para abordar los últimos sucesos sufridos por el Servicio de Extinción de Incendios que fueron apedreados al acudir a sofocar un incendio en la zona de Arcos Quebrados.
En la reunión, que se va a celebrar a las 9.00 horas, se va a trabajar en dos vertientes, según Hachuel, “por un lado, para proteger a los bomberos y por otro, para tratar de identificar a los autores de las pedradas”. Según las primeras investigaciones, se podría tratar de menores. En caso de ser así, “se responsabilizará a los padres”. Hachuel ha confirmado que la Ciudad se personará contra los autores de los apedreamientos “ya sean menores o mayores de edad”.
También ha lamentado que ahora los niños “no quieran ser bomberos de mayores y hayan perdido estos valores de admiración”.
Actualmente hay un protocolo en vigor por el que se establece que los bomberos deben subir escoltados por la Policía Nacional “pero cuando se firmó este acuerdo había más agentes de policía y menos necesidades fronterizas”, ha explicado el consejero, quien asegura que Policía Local y Nacional trabajan de forma conjunta “cubriéndose ante determinadas situaciones pero no podemos hacer que los locales suban porque sus coches no cuentan con la protección adecuada para soportar un apedreamiento”.
El consejero ha confirmado que en caso de que “los bomberos tuvieran que salir hoy a sofocar un fuego, se avisaría a la Policía Nacional”. Algo que no sucedió el día de los hechos porque los efectivos de Policía estaban destinados en la cabalgata. Según ha explicado el consejero se valoró si era necesario escoltar al Servicio de Extinción de Incendios pero “como se creía un fuego sin mayores consecuencias, fueron solos”.
