el argumento comenzó a utilizarse por el ministerio a finales del pasado año

Interior insiste a través de sus mandos policiales en el discurso que atribuye a los migrantes actitudes violentas

A finales del pasado año, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, alertaba de una nueva actitud, más violenta y organizada, de los migrantes que tratan de franquear la valla fronteriza. El argumento ha comenzado ahora a ser empleado en público por los mandos policiales, tal y como hizo el pasado martes el coronel jefe de la Guardia Civil, José Luis Gómez Salinero. 

MIGRACIÓN VALLA SALTO
photo_camera Intento de salto a la valla en septiembre del pasado año (C.A.)

“Enfurecida muchedumbre”. “Contumaz persistencia”. “Inusitada violencia”. Estas expresiones, y otras similares, trufaron el discurso que el coronel jefe de la Guardia Civil en Ceuta, José Luis Gómez Salinero, ofreció ayer martes en los actos por la celebración de la patrona del cuerpo celebrado en la Comandancia. Todas ellas fueron utilizadas para describir la actitud que, según sostuvo el guardia civil, han comenzado a adoptar en los últimos tiempos los migrantes que tratan de franquear la valla fronteriza.

La contundencia del mensaje público de Gómez Salinero está animada por una estrategia de comunicación que el Ministerio del Interior comenzó a manejar a finales del año pasado. El argumento de la violencia progresiva registrada en los saltos a la valla había sido defendido con vehemencia por los cargos políticos del Gobierno español pero nunca había sido expresado por un mando policial con la asertividad con la que lo hizo el martes el jefe de los guardias civiles en la ciudad.

La violencia de los subsaharianos que tratan de burlar el cercado fronterizo es una tesis que los responsables de Interior alumbraron en Ceuta tras el masivo salto a la valla registrado el pasado 9 de diciembre. 438 jóvenes lograron entrar en la ciudad, evidenciando la fragilidad del perímetro. Durante 2016, más de 750 personas lograron saltar la valla.

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, se desplazó a la ciudad y concluyó, tras una visita al perímetro, que los migrantes habían modificado sus hábitos pacíficos para adoptar una conducta violenta. Gómez Salinero lo explicitaba este martes en un tono por momentos novelesco. “Toda una organización de trabajo en equipo que nos aleja del perfil que hasta ahora albergaba nuestro imaginario de ese inmigrante de mediana edad que, acuciado por la necesidad, aprovechaba un descuido para intentar, con rudimentarios medios, franquear el perímetro fronterizo hispano-marroquí arropándose en pequeños grupos de inmigrantes confundidos en la oscuridad de la noche y que, normalmente, eludían el enfrentamiento directo con la fuerza desplegada”, sentenció el coronel.

La imagen de una frontera hostigada por grupos violentos fue consolidada por el propio ministro del Interior, José Ignacio Zoido, durante su comparecencia del pasado 12 de septiembre en el Congreso. Aquel día, además, Zoido pronunció una frase que se antojaba insólita en boca de un ministro de Interior: “La valla ya no cumple con la finalidad para la que fue concebida”.

Gómez Salinero insistía esta semana en la misma idea: “Ha dejado de cumplir su finalidad al no estar originalmente previsto para asaltos de la magnitud e intensidad que actualmente soporta”. El coronel introducía, sin embargo, una innovación argumental que parecía dirigida a las organizaciones, instituciones y formaciones políticas. “La actual situación también obedece a quienes con su elocuencia y activa apología, y desde sus atalayas y cargos de responsabilidad, a veces públicos, dentro y fuera de España, alientan a este tipo de trasgresiones al encumbrar a sus autores a la heroicidad, dando con ello, al mismo tiempo, argumentos y solidez a esas mafias que trafican con la vida de las personas”.

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