el fin de la temporada de baño condiciona la actividad de los traficantes de personas

Las motos de agua son para el verano

La llegada del otoño ha traído consigo el final de las actividades de los traficantes de personas que durante los meses de verano emplearon motos de agua para introducir a migrantes en la ciudad. 

guardia civil remolca moto de agua
photo_camera Una lancha de la Guardia Civil remolca una moto de agua intervenida (C.A.)

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil respiró con el final del verano. Durante semanas, decenas de motos de agua pilotadas por traficantes de personas cercaron como un enjambre las dos bahías a la espera de una oportunidad para abandonar junto a la costa a los migrantes que contrataban sus servicios.

La retirada de los bañistas y de buena parte de la actividad náutica en los alrededores de la costa los ha hecho más visibles y, por tanto, más vulnerables a la actuaciones de la Guardia Civil.

La flotilla de motos de agua reemplazó a las pateras en atención a su mayor capacidad para pasar desapercibidas entre el tráfico de las embarcaciones deportivas y su incontestable maniobrabilidad. Entre las cuatro y las seis de la tarde de todas las jornadas de verano, los movimientos de las motos en las zonas de El Tarajal y Benzú comenzaban a multiplicarse al amparo del trasiego de otras naves de recreo, entre las que trataban de confundirse.

Los servicios de la Guardia Civil en las dos bahías se mantienen estables, aunque, ahora, la molesta presencia de las motos de agua ha dejado de ser la principal preocupación. De hecho, el último desembarco en la costa, registrado el pasado sábado, fue protagonizado por 16 jóvenes que navegaban a bordo de una lancha semirrígida propulsada por un motor de gran potencia. Un método más seguro que aquél al que durante todo el verano han recurrido los traficantes apoyados en el uso de motos acuáticas. Los pilotos se aproximaban a escasa distancia de la costa para abandonar en el agua a sus “clientes”. Uno de ellos fallecía ahogado el pasado 9 de agosto en Benzú al ser incapaz de ganar a nado la playa.