Opinión

Rescates

Los datos aportados por la empresa encargada de gestionar el servicio de salvamento y socorrismo en las playas de Ceuta son un motivo para la reflexión. El elevado número de accidentes en los que se ven implicados menores constituye en sí mismo un reproche a la conducta despreocupada de sus progenitores.

Los datos aportados por la empresa encargada de gestionar el servicio de salvamento y socorrismo en las playas de Ceuta son un motivo para la reflexión. El elevado número de accidentes en los que se ven implicados menores constituye en sí mismo un reproche a la conducta despreocupada de sus progenitores.

Los responsables de la empresa Marsave, que mantiene a diario una quincena de socorristas vigilantes en distintas playas de la ciudad, no cesan de advertir de los riesgos que entraña abandonar a los pequeños a su suerte en las áreas de baño. Sólo 4 de los 37 bañistas que han requerido del auxilio de los socorristas en lo que va de verano eran mayores de edad.

La playa de El Tarajal, quizás una de las más comprometidas por su configuración para la tarea de los socorristas, se ha convertido en uno de los escenarios de este inquietante fenómeno. Hasta la fecha, los profesionales de Marsave han rescatado de sus aguas a 19 menores, 9 de ellos durante lo que va de mes.

Nadie querría imaginar qué desastres podríamos estar lamentando si no fuera por la diligencia y pericia de los profesionales encargados de la vigilancia de las playas.

¿Dónde están las madres y los padres?