Opinión

Tarde o temprano

Los espectros nunca duermen. Hay presencias que parecen desvanecerse para, de improviso y en el momento más inapropiado, irrumpir de nuevo sobre el escenario. Antonio López ha vuelto.

Los espectros nunca duermen. Hay presencias que parecen desvanecerse para, de improviso y en el momento más inapropiado, irrumpir de nuevo sobre el escenario. Antonio López ha vuelto.

Desde que el pasado febrero la juez Raquel Lucini iniciara un rosario de detenciones en el marco de la investigación abierta por la compraventa ilegal de viviendas de protección pública, el caso Emvicesa se ha convertido en la espada de Damocles del Gobierno del Partido Popular.

La calma de los populares estará en los próximos meses directamente relacionada con los avances de un procedimiento que, en todo caso, se antoja largo. La declaración este lunes del principal investigado en la causa, el exgerente de la sociedad municipal Emvicesa, habrá de seguro causado algún que otro sobresalto en las filas populares.

El PP se queda sin tiempo. El perjuicio que sin duda ocasiona a su credibilidad una investigación judicial en la que figuran como imputados un antiguo ejecutivo de una sociedad pública y dos exconsejeras se cierne como una amenaza difícil de exorcizar. Apenas quedan dos años para la celebración de las elecciones municipales, un reto que los populares deberán afrontar activamente. La formación que rige los destinos de la ciudad desde hace más de tres lustros no puede confiar en que los hados le sean propicios sin más. Si no hay una respuesta clara que los ciudadanos lleguen a comprender, su futuro inmediato está comprometido.

Si no median sorpresas, los meses de verano ofrecerán una tregua a la desazón de Vivas y su círculo más cercano. Pero el fantasma de López retornará. Tarde o temprano.