Opinión

Moverse en la foto

Tras la apoteosis de la presentación de la candidatura a las municipales del PP, me detuve a observar los nombres de quienes componían la lista. Creo que algunos de ellos ni tan siquiera sabían dónde está la sede de Ainara. A otros, la camisa no les llegaba al cuerpo de pensar la de apretones de manos que debían dar. Otros saltaban al escenario entre euforias, besos, abrazos y subidones.

Tras la apoteosis de la presentación de la candidatura a las municipales del PP, me detuve a observar los nombres de quienes componían la lista. Creo que algunos de ellos ni tan siquiera sabían dónde está la sede de Ainara. A otros, la camisa no les llegaba al cuerpo de pensar la de apretones de manos que debían dar. Otros saltaban al escenario entre euforias, besos, abrazos y subidones.

Entre ellos estaba –si no lo digo reviento- quien, en una entrevista a Televisión Ceuta, llegó a decir que Aznar era un asesino. Y allí estaba, pegando saltos junto a Juan Vivas y otros como un saltimbanqui.

Entre quienes componen esta lista, heterogénea y reflejo de la realidad social, según el presidente Vivas, hay quien desconoce cómo está formada la militancia que se cita en la sede de Ainara. A los hechos me remito. ¡Tanto esfuerzo en la tarea de llenar los sobres con las papeletas, coger el teléfono…! Recuerdo aquellos años y los portazos en la sede de Real 90 cuando ganó el GIL y se gritaba: “¡Por tu culpa hemos perdido!”.

Hace poco coincidí con quien ha sido portada en las redes sociales, donde se han subido sus fotitos con sus posturitas y bailecitos. Me negó una foto porque estaba en campaña electoral, me dijo.

He reflexionado sobre esto en casa, durante mis paseos y he pensado: “Bueno, o no vio conveniente salir en la foto conmigo, o pensó que yo era un gafe, o creyó en aquello de que con quien te vi te comparé o dime con quién andas…” A mí siempre me ha gustado aprender, codearme con mis mayores y con la gente joven, palpar el día a día, patear la calle. Y presumo, a estas alturas de mi vida, de haber sido testigo de cómo tapaban a Franco con una losa de granito, de ver votar la reforma política a mis padres, de asistir a la legalización de los partidos políticos y a la irrupción de Tejero pistola en mano en el Congreso.

Hay aspirantes a escaño, a jurar o prometer su acta de diputado, que no han salido del cascarón pero que ya empiezan a despreciar, un poco o mucho, a los que tenemos algunas tablas, alguna muela de menos y el culo “pelao”.
Ahora, a pegar carteles con la sonrisa Denticlor. Ya se verá el domingo 24 de mayo por la noche quién salió bien en la foto.