Opinión

San Amaro, "un parque de aves"

El pasado año se cumplieron treinta años de su conversión en el formato moderno tras un período donde el Parque de San Amaro era el santo y seña del ocio y lugar de reunión de todos los ceutíes de toda índole y por extensión, los símbolos del Parque eran los monos y los patos, sin olvidar a los pavos reales.

Fue en 1984 cuando se le hizo esa profunda reforma y consiguió una bella imagen de lugar moderno y de punto de referencia para que todos los ciudadanos pudieran acudir sobre todo los fines de semana siempre con esas bellas fuentes y cascadas y las jaulas adecentadas, donde tuvieron acogida varias especies de animales, que para aquellos tiempos era la nota común de cualquier parque con sus zonas acotadas para tal fin.

Retroceder en el tiempo era volver a un lugar triste y dejado por el tiempo donde los monos del parque eran carne de presa para todas las tropelías que se le ocurriera a los que iban de paso a fumarse el porro a lo alto del toro y sobre todo las celebraciones de excursiones y mochila.

Eran los tiempos de colegio donde fueron memorables las peleas infernales entre los primates donde consiguió protagonismo una hembra que ya adquirió tintes feroces, estoy hablando de los setenta y se encargó de matar hasta a uno de los machos dominantes.

Cuál sería la aptitud de los monos, que recuerdo un titular de la época donde hasta para sacarlos de las jaulas para la remodelación del Parque se hubo de utilizar jaulas trampa, porque eran unos "verdaderos fieras " palabras supongo del veterinario de la época.

Tras la inauguración de aquel verano del 84, el Parque tuvo una variada fauna tanto en aves como tucanes, loros, cotorras, periquitos, los pavos reales sueltos y en primates desde los monos de Gibraltar como titis así como el inolvidable jabalí que fue pasto de los ataques de gamberros y desalmados.

Entre robos y expolios que sufrieron las jaulas y la aparición de una colonia de ratas en el estanque de los patos, gansos, ocas y cisnes, el parque fue dando una imagen lamentable sin olvidar por supuesto los ciervos donde nunca se supo a ciencia cierta cómo se mantenían con vida en aquella distancia desde la zona principal del Parque de San Amaro.

Llegaron los tiempos del año 2000 y la última remodelación era un homenaje al mar y la atracción por las fuentes y ese homenaje a la familia en la mochila.

Las mamparas hicieron perder ese encanto de parque de antaño y pareció ya una zona de interrogatorios de comisaría, con los monos y algunas aves en las mamparas de cristal, lo que provocó que el visitante golpeara el cristal para llamar la atención de los primates.

De los patos, gansos y ocas no se supo nada más, los ciervos han perdido hasta las crías que nacieron y el Parque ha adquirido una simple zona de visita ya por rutina habitual de algunas familias que no pueden ir al Parque Marítimo o al Parque Urbano Juan Carlos I para evitar encontrarse un patinete o una bicicleta en las narices.

"Un parque de aves " era la respuesta que tuve de un veterinario en la época de los noventa por el acondicionado del terreno y su enclave natural como así describió al de San Amaro, sin olvidar que los demás parques y zoológicos ofrecían excedentes de todo tipo de animales al de Ceuta en colaboración para su hábitat en jaulas y lugares a tal fin, ofrecieron hasta una pantera negra y otros felinos, así como aves exóticas para lucimiento en tan emblemático parque.

Al final hasta los monos tienen ya pasaporte para otros parques zoológicos porque a los tiempos que corren y como se remodeló el sistema actual del San Amaro con el homenaje al mar con la cascada de agua, hasta los monos perdieron su encanto y el resto del Parque.