Opinión

Puigdemont se fue a Bruselas

Bien, así son  las cosas en este mes de noviembre, Puigdemont se escondió en Bruselas deslizándose oculto entre sus magníficas tierras. ¡Que nadie sepa donde esta! porque escondido seguirá clamando que los demás le saquen de su apuro, que para eso es el cesado expresidente legítimo de los que aquí se enfrentan a la justicia. 

Bien, así son  las cosas en este mes de noviembre, Puigdemont se escondió en Bruselas deslizándose oculto entre sus magníficas tierras. ¡Que nadie sepa donde esta! porque escondido seguirá clamando que los demás le saquen de su apuro, que para eso es el cesado expresidente legítimo de los que aquí se enfrentan a la justicia. Y si esto no fuera tan grave como lo es, casi parecería el argumento de una obra bufa que solo sabe dar risas y absurdos enredos. ¡Pero esto es la triste realidad! Por eso es mejor cambiar la dura realidad por la jocosa ironía de una independencia catalana virtual y sus absurdos reales efectos de pobreza a todo un pueblo y nación.

Empecemos por ello con una canción infantil que todos conocemos, cambiando los nombres y las ideas. Y yo me he acordado de aquella de Mambrú, que cambiando para este artículo el nombre dice ”Puigdemont se fue a Bruselas, que dolor que dolor que pena, Puigdemont se fue a Bélgica y no sé cuándo vendrá, si para la pascua o para la navidad”. Pero esto es así, ese Puigdemont, que significa el cerro y el monte, se ha marchado al monte Belga para esconderse de lo que le pueda pasar y no sabemos si regresara por sí mismo o preso por la policía internacional

Mientras aquí, Oriol Junqueras y algunos de los suyos ingresan en prisión ¡Delito, cárcel y pena! Es solo lo que les queda. Pero eso sí Puigdemont desde Bruselas les anima a seguir adelante defendiendo aquello que él fue incapaz de defender. ¡Esto es honor y gloria! Lo demás qué más da. El piensa ¡Que sean otros los que sufran las penas, que yo estoy buscando ayuda internacional para defenderme solo yo!  Por eso la soledad de un cesado expresidente es lo único que acompaña a Puigdemont en su destierro voluntario. ¡Que dolor, que dolor…qué pena!.  Nadie sabrá como sufre en su soledad tomando libremente cafés por las calles de Bruselas.

Porque la independencia de Cataluña y el sueldo que cobraba y amaba se ha esfumado y él ya no está afrontando con honor sus decisiones. Solo pretende que sean otros los que ahora luchen defendiendo sus errores. Por eso, Puigdemont caminara desde ahora solo y perseguido por tierras extranjeras. Ese es el destino de hierro de los cobardes, donde sin luz para el camino solo saben andar escondidos entre las sombras, que ellos mismos crearon, sin encontrar salida alguna. 

Y aquí sus gentes, con más honor y orgullo que él,  ingresan en las cárceles, afrontando la acusación de cometer delitos graves. Mientras, los medios de comunicación con sus analistas tibios y equidistantes, buscan justificar y atacar las decisiones judiciales intentando fusionarlas con las decisiones políticas ¡Y luego defienden la separación de poderes! ¡Qué me lo expliquen! Dicen algunos esto es peor, que animara aún más a los independentistas luego en el fondo quieren que la justicia se someta a la opinión política. ¡Qué absurdo dilema defienden la separación de poderes y al tiempo la acusan de no ser una misma cosa! ¡Gracias a Dios, en democracia, justicia y política están separadas sin influir la una en la otra!

Otra falacia mentirosa que escucho es la duda de lo que pasará si el 21 de diciembre ganan de nuevo los independentistas. ¡Bien puede ser! Pero lo que ha quedado claro que esta idea tan válida como otra cualquiera, no debe darnos miedo alguno, ya que solo será aceptada y respetada si se mantienen dentro de la Constitución que nos hemos dado todos para vivir en paz y sino otra vez el articulo legal del 155. Porque aunque la gente no lo crea este articulo ha cambiado la idea de que cualquiera puede saltarse la ley y que no pasa nada. Si así lo quieren y son muchos, siempre tienen las puertas abiertas del congreso español para defenderlas, nunca de forma unilateral al margen de la ley y de los demás, como el Parlamento catalán hizo en su momento. ¡Cambiemos la ley democráticamente y luego ya veremos…lo que pueda pasar.

Porque seamos serios…en una España milenaria, que ha sido capaz de sentar ante sus jueces a todo un presidente de gobierno, a parte de la familia real y a muchos más políticos, ahora no se la puede acusar de estar dirigida por un gobierno que ella misma sienta en los banquillos. Esto ¡No se lo creen ni ellos! En España la justicia ha mostrado su total independencia del poder ejecutivo. Pero parece ser que esto no es lo que más interesa a algunos medios de opinión para llenar sus espacios en la prensa. Siempre se la ha acusado de lentitud y ahora que es rápida, también la acusan de rapidez ¿En qué quedamos?

Y si analizamos bien estas decisiones judiciales que se están tomando, no favorecen a nadie solo a la independencia judicial,  aunque algunos intenten sacar ventajas partidistas. Porque con todo esto, en el fondo nuestra justicia nos demuestra que en España existe una verdadera democracia de derecho con separación de poderes y que permite a la justicia actuar al margen de los políticos intereses. Porque en España no hay presos políticos, sino “Políticos presos”, que es muy diferente, aunque algunos intenten confundirnos enloqueciéndonos con sus interesadas soflamas. Y así…y de esta manera en España ¡En el día de hoy nadie está al margen de la ley! De otra forma solo iríamos hacia atrás perdiendo nuestro futuro.