Opinión

En Huerta Téllez se ha cruzado la línea roja

Lo que ha ocurrido en Huerta Téllez deja claro que se ha cruzado una la línea roja que nunca se debería de haber sobrepasado, en una sociedad democrática donde el principio de autoridad debe imperar, se ha demostrado que no ha sido así. Pero claro, si a lo largo de todos estos años se ha venido dejando que cada uno haga lo que le viene en gana, es normal que el resultado sea este, solo basta observar el Príncipe, Arcos Quebrados, Recinto y un sinfín de lugares donde impera la ley del más fuerte y no la de un estado de derecho.

Juan Redondod

Cuando se ha ido permitiendo el empadronamiento fraudulento sin consecuencia alguna, lo único que se estaba permitiendo era que se consumara esa invasión que como se está viendo de silenciosa no tiene nada y ahora es ya más bien escandalosa.

Ahí está "la madre del cordero", pues viendo como las casas ilegales pululan por doquier y sin que nadie consiga echar ni una abajo, a esos que vienen con la intención de trastocar la convivencia de esta ciudad, le dan un mensaje claro de que aquí puede cualquiera hacer lo que le da la gana. Problema acrecentado dada la masificación demográfica originada por ese flujo migratorio sin sentido, pues en Ceuta ni tenemos fábricas ni cultivos donde se necesite mano de obra para esa entrada de gente proveniente de Marruecos, ya que como se ve solo vienen a vivir de las ayudas sociales y de paso violentar esa paz social ya de por sí muy complicada de mantener.

Cada día es más evidente que hay mucha gente que vive de este caos, pues si hablamos de la frontera los problemas que se originan tienen una sola dirección y es allí donde las mafias son las que llevan la iniciativa. Es en este punto donde cada uno se tiene que quitar la careta y llamar a las cosas por su nombre, pero no, aquí de lo que se trata es de sacar rédito para cuando llegue las elecciones recoger la cosecha en voto, sin importar que en el camino lo que se ha sembrado ha sido la incertidumbre y el caos y de esa agua tratan de beber para saciar la sed de poder y de paso tratar que nuestra ciudad cambie el rumbo, donde los venidos de la otra parte sean mayoría y como está ocurriendo en Cataluña, si no se hace nada, luego será tarde para poner remedio.

Se podrá decir más alto pero no más claro, ahí radica uno de los problemas que, como se ha escenificado a plena luz del día con el asalto a una propiedad privada, va a tener esta ciudad a medio plazo, pues según se ha visto la realidad es que ya a esta gente no le importa nada cometer delito alguno, a sabiendas que no habrá consecuencias. No siendo para nada extraño y siguiendo con esta línea, que en un momento determinado estos procedan al asalto de una gran superficie, alegando la falta de alimentos, puede parecer que llevo el tema a los extremos, pero ¿más extremo que ocupar 216 viviendas?

Y lo peor de todo es que los partidos políticos con representación en la Asamblea están más preocupados por escupirse sus miserias que por buscar soluciones reales, aunque si partimos de la base de que algún que otro político local apoya esa invasión, la llevamos clara, pues aquí ya no solo vale con el simple hecho administrativo de dar de baja en el padrón, sino que hay que ir más allá y pasar a los tribunales, denunciado y actuando contra los defraudadores con contundencia, evitando de este modo la impunidad y por ende situaciones como la vivida hace un par de semanas.