Opinión

De pisos patera y otras cuestiones

Fue en marzo de 2014, y tras una comparecencia de la responsable en ese momento de la Consejería de Presidencia, cuando se sacaron a la luz pública los datos reales de lo que estaba ocurriendo en la ciudad con el tema del padrón, siendo precisamente a partir de ese instante cuando verdaderamente se tomó conciencia del problema, poniéndose desde el gobierno local en marcha todos los medios a su alcance para intentar atajarlo de inmediato. Fácil no ha sido, pero al menos se ha frenado, en parte.

Fue en marzo de 2014, y tras una comparecencia de la responsable en ese momento de la Consejería de Presidencia, cuando se sacaron a la luz pública los datos reales de lo que estaba ocurriendo en la ciudad con el tema del padrón, siendo precisamente a partir de ese instante cuando verdaderamente se tomó conciencia del problema, poniéndose desde el gobierno local en marcha todos los medios a su alcance para intentar atajarlo de inmediato. Fácil no ha sido, pero al menos se ha frenado, en parte.

Durante su intervención, la señora Bel aportaba los siguientes datos, de los que paso a detallarles los más significativos. Según decía la consejera, el número de residentes oficiales en la Ciudad Autónoma superaba a finales de 2012 la cifra de 86.650 personas. Otro dato a tener en cuenta, según ella, era que la administración local había rechazado el año anterior solamente una de cada diez solicitudes de inscripción en el padrón, tramitándose más de 4.000 bajas, con lo que el censo en la Ciudad Autónoma había quedado al cierre de 2013 en 85.658 empadronados, un 7,02 % de ellos foráneos. Apostillando al final de su exposición que si no se hubiese realizado ese trabajo para combatir las residencias irregulares, la ciudad ya habría superado durante ese periodo los 90.000 supuestos vecinos.

También hizo referencia, con las estadística proporcionadas por el titular de Gobernación, a que en el 36% de los supuestos "pisos patera" que por aquellas fechas visitaba la Policía Local, se encontraban empadronamientos irregulares y en el 46% de las inspecciones "aleatorias" que se realizaron, aparecieron inscripciones indebidas en el padrón municipal. Dándose como hecho que había fraude y que, según la señora Bel, se tenía que seguir luchando, ya que a pesar de los esfuerzos aún existían y se buscaban nuevas fórmulas para engañar a la administración, explicando a continuación que una de las vías crecientes de la supuesta "estafa" era aparecer en registros de desempleados locales, el acceso irregular a prestaciones sociosanitarias o el subarrendamiento de viviendas.

El motivo de recurrir a aquella intervención sirve para recordarle al señor Hachuel que en sus manos está  ahora seguir por esta senda, y aunque me consta que es así, nunca está de más recordárselo para que no decaiga en su empeño, pues según los últimos datos aportados, ahora estamos en 84.618 empadronados, cifra aún alta, cuando lo normal es que está cifra estuviera rondando ya por estas fechas en torno a los 82 mil. Es conveniente extremar el celo en este asunto, pues de lo contrario lo único que se consigue es que siga la estafa y que los estafadores y sus instigadores sigan mofándose abiertamente de nuestras instituciones y de las autoridades que las representan.

Para terminar, y como ejemplo de los continuos intentos de perpetuar el fraude, sirva el dato aportado por algún que otro colegio de la ciudad, en el que se detectó a más de treinta niños con domicilio en la misma dirección, hecho que se puso inmediatamente en conocimiento de las autoridades, pero que es indicativo de cómo los defraudadores buscan una y otra vez la fórmula que les permita seguir con su estafa y que hace que en todo este asunto y bajo ningún concepto, se puede decaer o bajar la guardia.