Opinión

Odio en Ceuta, machismo también

Estoy de acuerdo en una frase que ha reproducido Basurco en su artículo de opinión "Odio en Ceuta", que es justamente cuando dice que "el primer paso para solucionar un problema es reconocer que se tiene un problema". Seguidamente en su muro ha especificado que "lo popular es no meterse en charcos, pero cuando pase el tiempo la gente se acordará quienes callaron y quienes no, seguramente con inteligencia política pero con una falta absoluta de principios". 

Estoy de acuerdo en una frase que ha reproducido Basurco en su artículo de opinión "Odio en Ceuta", que es justamente cuando dice que "el primer paso para solucionar un problema es reconocer que se tiene un problema". Seguidamente en su muro ha especificado que "lo popular es no meterse en charcos, pero cuando pase el tiempo la gente se acordará quienes callaron y quienes no, seguramente con inteligencia política pero con una falta absoluta de principios". 

Sí, la manifestación contra la inseguridad convocada para el 17 de diciembre esconde tintes racistas. Hace tiempo hubo otra misma manifestación por el asesinato de un joven de la barriada de El Príncipe y éramos muy pocos. Pero como esta inseguridad ha llegado al centro, ésta ha provocado la criminalizacion de una población y de un colectivo que yo tampoco voy a estar dispuesta a secundar, aunque me preocupe igual la seguridad de mi tierra. 

Dicho esto y volviendo al principio, tampoco olvido otras situaciones donde ha reinado la inteligencia política y no la dignidad. Recuerdo el silencio de esos mismos partidos que no dudan en denunciar la xenofobia, pero luego son tibios ante el machismo. Creo que no hace falta recordar de qué estoy hablando, pero el machismo y la permisividad o justificación de la violencia de género también duelen y es peligroso para una sociedad decente. Y en Ceuta se han callado cuando se ha llamado en una televisión pública fornicadora a la mujer que usa perfume o se ha lanzado el mensaje de que la mujer debe de resolver la situación de maltrato antes de llamar a la policía. 

Yo también sufrí insultos, amenazas y seguramente hasta pérdida de votos por condenar esto y llevarlo a la Fiscalía, pero como bien dicen por ahí: hay charcos que siempre hay que pisar. 

No se puede tensar la cuerda en un sentido mientras aflojas por el otro, la valentía se demuestra día a día y si se defiende la coherencia hay que ser coherente. La misma coherencia que ha faltado, por ejemplo, para rechazar el franquismo, pero luego callar ante el escudo de la Virgen de África. 

Populismo, decir lo que la gente quiere escuchar, ni más ni menos.