Opinión

Recordando que es gerundio

Con motivo de la convocatoria de elecciones locales en mayo de 2011 se gestó este apartado de colaboración periodística (opinión y columna). La apuesta y la propuesta fue idea mía y en algunos mentideros me apodaron “el ideólogo”. 

Con motivo de la convocatoria de elecciones locales en mayo de 2011 se gestó este apartado de colaboración periodística (opinión y columna). La apuesta y la propuesta fue idea mía y en algunos mentideros me apodaron “el ideólogo”. Un trabajo de muchas horas de lecturas y seguimiento a través de la hemeroteca del decano de la prensa escrita de nuestra ciudad, en la que también encontramos alguna lindeza contra el Partido Popular. Comentar que dicha labor fue realizada exclusivamente por Juan Carlos Trujillo y el que suscribe, para Recordando que es Gerundio.

La participación de “firmas” fue dispar. Juan Carlos Trujillo alternaba su colaboración habitual Al Sur del Sur, con el anonimato en este apartado, al igual que Javier Martí y algún que otro periodista, por supuesto no independiente y recompensado, claro está.

Contamos con un número de actuaciones/colaboraciones que rondaron las 100, a todo esto sin contar la buena pluma de Jorge Uriel. En esta convocatoria se consiguió un total de 18 diputados y los participantes en la campaña de “acoso y derribo” a la oposición nos costó a más de uno, pasar a ser ignorados por la cúpula del partido (La oposición impuso algunas consideraciones, entre las que figuraba la eliminación del responsable de publicidad institucional, porque decía y argumentaba ser poseedor de mucha información).

Tras este nuevo éxito de la candidatura encabezada por Juan Vivas, se me cuestionó la continuidad por y según algún que otro político de turno que confundía amistad con profesionalidad, y no fue precisamente Pedro Gordillo, al cual no apoyé en su carrera por la presidencia del partido y si apostando por Emilio Carreira. Más de uno, si me está leyendo, podrá asentar la cabeza y reconocer el tema (Al final para esa legislatura, apuesta por mí, Yolanda Bel). Fui el último eventual nombrado en su cargo (aún con el reconocimiento de técnicos y jefes de áreas y consejeros de la labor desarrollada por mi persona en el área de publicidad institucional durante el periodo 2003/2011) y se me encomendó la Secretaría particular de la Consejería de Gobernación, labor que alterné con, como no, publicidad institucional. De mi paso por Gobernación aún se me recuerda el trabajo realizado y el reconocimiento casi unánime de policías y bomberos.

Publicidad institucional. Comienza a utilizarse este concepto con mi aparición y posteriores actuaciones, la cual llegó a contar, entre otras, con el reconocimiento a nivel nacional con la campaña que realizamos (La creatividad del diseño fue de Quique Rodríguez y el guión original mío), con la Consejería de Sanidad para la prevención de la Gripe A con la felicitación de la responsable de dicho área, Adela Nieto.

Algunos de los que me siguen e incluso se atreven a leerme dirán y ¿a cuento de qué viene esto? Pues nada, que tras haber transcurridos algún tiempo y más que prudencial, he optado por recordar algo de lo que he vivido como responsable de publicidad institucional. Conté con actuaciones extraordinarias entre las que cuenta y por su connotación política, la llevada a cabo con el Tribunal de Cuenta, para informar sobre actuaciones realizadas por el Grupo Gil, y que alcanzaba la nada despreciable suma de casi 500.000 euros, sobre todo en la prensa escrita, actuación que se saldó con un informe favorable por dicho Tribunal y un reconocimiento especial hacia mi persona. Dicha reunión se gestó en lo que hoy se llama Sala de Susana García (Q.E.P.D.), persona que estuvo presente en la misma, al igual que Juanjo de contabilidad.

Y si hablar de publicidad institucional, es porque en el año 2012 y por parte del Consejero de Hacienda, recogía entre otras lindezas el siguiente párrafo para referirse a la misma: “Hasta ahora, la política de comunicación de la Ciudad Autónoma de Ceuta se desarrollaba a través de acciones aisladas, concebidas de manera individual y sin una planificación inicial que fijara objetivos y ordenara las actuaciones en esta materia” (sic).

Si este es el inicio, habrían tardado 11 campañas o ejercicios para darse cuenta e incluso menospreciar a otros consejeros responsables de dicha área (Emilio Carreira; Elena Sánchez; Yolanda Bel; José Antonio Rodríguez –dos etapas, una como viceconsejero y la segunda de consejero- y Pedro Gordillo).

Pero no obstante, y con datos que obran en mi poder, quiero hacer constar que durante el ejercicio 2010 se llegaron a ejecutar un total de 641 campañas de publicidad con el siguiente desglose: prensa 147 (Dos medios hacen un total de 294 campañas); radio 84 (tres medios hacen un total de 252 campañas) televisión local 59, no se contabilizan las emitidas en la RTVCE, como ente público y 36 en diario digital.

Y todo esto ¿a cuento de qué? Simplemente a dejar claro que durante los ejercicios comentados, se trabajó en el área de publicidad institucional a total satisfacción (al menos eso pienso yo) de los diferentes consejeros antes mencionados y que sin acritud como bien diría Felipe González, lo hago recordando que, por cierto, recuerdo que es gerundio y que se han cumplido cinco años de mi cese, que dicho tema ha prescrito y cierro con otro gerundio olvidando.

Reflexión. Majadero: sujeto ignorante, bobo y porfiado que pugna por salirse con la suya a sabiendas de que no le asiste la razón. Impertinente e importuno que ignorando sus limitaciones arguye, discute, polemiza y habla de cosas que o bien no entiende o conoce mal.

Covarrubias, en su Tesoro (1611), define así a este adjetivo. Aunque también se puede definir como: Mazo del almirez o maza para majar. “Ea, dicho quea”.