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Erase una vez un príncipe que se quedó sin palomitas

Es algo a lo que nadie se atrevería... salvo un niño. El miércoles, el príncipe Enrique visitó Canadá y por la noche acudió al Mattamy Athletic Center de Toronto para ver el partido de voleibol entre Reino Unido y Dinamarca. Él empezó a comer palomitas en la grada... pero no contaba con la astucia de una niña que estaba sentada a su lado.

Aprovechando que Enrique hablaba con otra persona, la pequeña se dedicó a robar palomitas al príncipe. Tras un buen rato, Enrique se dio cuenta de lo que estaba pasando... y la niña le conquistó el corazón. A partir de ese momento, comenzó a jugar con la muchacha sin parar, mostrando su lado más tierno.