Vox considera que la inmigración debe afrontarse atendiendo a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración del inmigrante, así como estableciéndose cuotas de origen privilegiando las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y de cultura con España.
Vox defiende la deportación de los inmigrantes ilegales a sus países de origen, así como la de los inmigrantes que estén en forma legal en territorio español pero que hayan reincidido en la comisión de delitos leves o hayan cometido algún delito grave. Además, en su programa, Vox aboga por la revisión de los tipos penales y el endurecimiento de sus penas para combatir a las mafias de la inmigración ilegal, así como para los que colaboren con ellos, ya sean ONG, empresas o particulares. Para Vox es imprescindible acabar con el efecto llamada.
Por otra parte, Vox quiere que cualquier inmigrante que haya entrado ilegalmente en España esté incapacitado de por vida a legalizar su situación y por lo tanto a recibir cualquier tipo de ayuda de la administración. Entre sus propuestas en esta materia, Vox apuesta por ayudar a los países en desarrollo, "víctimas también de las mafias de tráfico de personas, y que debilitan sus naciones extrayendo sus recursos humanos y económicos para ofrecerlos luego como esclavos en Europa, condicionando la ayuda al desarrollo de los países a que acepten la repatriación de inmigrantes ilegales y delincuentes".
