Se acabó el precio disparatado del agua en los aeropuertos. O al menos esto es lo que pretende conseguir AENA imponiendo un precio máximo a las botellas de agua pequeñas que se venden en todos los aeropuertos del país.
La idea es responder a una de las demandas mas frecuentes de los usuarios, que desde hace tiempo presentan quejas sobre los precios desorbitados que puede alcanzar una botella de agua en un aeropuerto: se han reportado casos de hasta 3,5 euros.
El gestor aeroportuario va a obligar a todas las tiendas y máquinas expendedoras que se alojan en los espacios de todos los aeropuertos españoles a disponer de botellas de agua pequeñas al precio máximo de un euro.
Esta exigencia ya se ha incorporado en las bases de los nuevos concursos para adjudicar los espacios comerciales, y es obligatoria para las tiendas donde se pueden adquirir otros artículos como revistas o souvenirs, que deberán disponer en sus neveras de botellas de 33 centilitros a un euro.