El pasado martes 1 de agosto la localidad holandesa de Lelystad vivió un suceso particular y nada común cuando un hombre que conducía bajo los efectos del alcohol, fue detenido por llevar dos farolas robadas sobre la parte superior de su coche, un Renault Twingo.
Además de cometer un delito por robo y por conducir borracho, el implicado no tenía la licencia de conducir en regla desde 2016, su coche carecía de seguro y no había pasado la ITV. También estaba en búsqueda y captura por darse a la fuga en una gasolinera. Según ha informado la policía, el detenido se negó a declarar sobre qué pensaba hacer con los postes robados y a pasar la prueba de alcoholemia.
Actualmente se encuentra detenido y bajo custodia policial pero no se han filtrado datos sobre su persona. La instantánea de la escena la compartía uno de los efectivos, que llevaron el caso, a través de sus redes sociales.
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