El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha reunido ayer tarde con la representante de ACNUR en España, Francesca Friz-Prguda, en un acto en el que han estado presentes el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, según fuentes oficiales del Ministerio.
Durante este encuentro, Jorge Fernández Díaz le ha explicado a la representante de ACNUR en España el proyecto de puesta en marcha de unidades de atención a los solicitantes de protección internacional en los puestos fronterizos habilitados en Ceuta y Melilla.
Fernández Díaz le ha informado que estos centros estarán claramente identificados como lugares para de formalización de solicitudes de asilo o protección internacional, lo que evitará que el solicitante tenga que salir fuera de recinto fronterizo. Asimismo, le ha destacado que en estas oficinas se realizará, siempre con asistencia de abogado e intérprete, una identificación de los inmigrantes que soliciten la protección internacional. De este modo, podrán formalizar su solicitud ante las autoridades competentes, en este caso, agentes de la Policía Nacional.
Además, el ministro del Interior le ha recordado que durante el tiempo de tramitación de las solicitudes, los inmigrantes no tendrán que estar en los espacios habilitados en las fronteras sino que podrán permanecer en Ceuta y Melilla bien en el CETI o bien en un alojamiento privado, lo que supone una mejora de sus derechos y garantías.
Este proyecto, que el ministro ha detallado a la responsable de ACNUR en España, será previsiblemente materializado en marzo de 2015 y para su inauguración Jorge Fernández Díaz ha invitado al comisario europeo de Inmigración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos.
Jorge Fernández Díaz le ha transmitido que tanto Ceuta como Melilla registran una intensa presión migratoria debido a su condición de ser las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con el continente africano. Y en este sentido, el ministro le ha recordado que Ceuta y Melilla tienen una singularidad especial y que el fenómeno de la inmigración irregular es un asunto de vital importancia que tiene que ser abordado de manera urgente por la Unión Europea bajo el principio de responsabilidad compartida.
