De esta forma, se está procediendo a retranquear un metro la valla de seguridad, de forma que la calle tenga la anchura suficiente para el paso de estos servicios. Además se colocará una nueva señalización vertical advirtiendo de que el paso de vehículos sigue estando prohibido, con la única excepción del transporte sanitario, Bomberos y vehículos policiales.
La Consejería de Fomento sigue trabajando para que el inicio de las obras, mediante una ejecución subsidiaria, se produzca en el plazo más breve posible, tareas de las que se encargará la empresa TRAGSA a través de una encomienda de gestión.
La situación de esta calle ha sido motivo de polémica desde hace ya varias jornadas y los vecinos incrementaron sus protestas ante las dificultades que tuvieron los servicios sanitarios para acceder a la zona tras sufrir un infarto una persona.