El Príncipe se rebela: «Son décadas de marginación»

Los residentes reclaman de las autoridades mayor atención a las necesidades de la barriada. «Son décadas de marginación de la barriada –denuncia el presidente de la asociación vecinal- Esto tiene un trasfondo: se pretende que El Príncipe siga siendo un gueto».

Príncipe, protesta vecinal frente a las puestas del ayuntamiento
photo_camera Los vecinos de El Príncipe, durante la protesta (C.A.)
KAMAL
Abdelkamil Mohamed Kamal, hoy ante el Palacio de la Asamblea (C.A.)

Un grupo de vecinos de El Príncipe, encabezado por el presidente de la asociación vecinal, Abdelkamil Mohamed Kamal, se ha concentrado este viernes ante las puertas del Palacio de la Asamblea para exigir de las autoridades una mayor sensibilidad hacia los problemas de la barriada. Los residentes de El Príncipe presentan sus quejas como el acúmulo de años de demandas y reivindicaciones desatendidas: «Son décadas de marginación de la barriada –denuncia Kamal- Esto tiene un trasfondo: se pretende que El Príncipe siga siendo un gueto».

La nómina de reivindicaciones de los vecinos es amplia. La salubridad de la barriada ocupa buena parte de las demandas de los residentes, que se quejan de la proliferación de vertederos ilegales –Finca Buzian, Fuerte, Plaza Padre Rafael Cervos…- y de la falta de un servicio continuo de limpieza. «Los fines de semana no tenemos barrenderos», abunda Kamal.

La prestación del servicio de transporte público tampoco satisface a los vecinos. El presidente de la barriada denuncia que todos los días desde las seis y media de la tarde el autobús interrumpe su ruta en el Puente del Quemadero, junto al depósito de Acemsa, obligando a los vecinos a recorrer distancias de hasta dos kilómetros para llegar a sus domicilios.

Kamal denuncia la paralización desde hace años de un gran número de iniciativas anunciadas y nunca ejecutadas. El presidente vecinal cita proyectos para la mejora de servicios básicos  como el saneamiento, la reforma del mercado o el proyecto de construcción de un centro cívico para la barriada, que se llegó a presupuestar en 7 millones de euros y que todavía no ha comenzado.

Los vecinos también reclaman una presencia policial continua en la barriada para ofrecer garantías de seguridad a los vecinos. Las demandas incluyen la necesidad de garantizar el mantenimiento de los campos de fútbol y la recuperación de las clases de alfabetización y apoyo escolar en el Polifuncional, que han sido suspendidas.

«Llevamos ocho años sin reunirnos con el presidente Vivas ni con ninguno de sus consejeros: somos 8.500 vecinos, y esto no es justo», protesta el presidente de la barriada.

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