El acto estuvo presidido por el comandante general de Ceuta, general de división Javier Sancho Sifre acompañado en la tribuna presidencial por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández.
Mandaba la línea el coronel de la ULOG, Antonio José Muñoz Junguito. La formación estaba compuesta por la escuadra de gastadores de la Compañía de Mar de Ceuta, Plana Mayor de Mando, Banda de Guerra Mixta, Unidad de música del Batallón de Cuartel General, una Compañía del RING-7, una Batería del RAMIX-30, un Escuadrón del Montesa-3, una Compañía de Regulares Ceuta Nº 54 y una Compañía del Tercio Duque de Alba II de La Legión.
Los cabos primero de cada regimiento destinado en Ceuta así como de la Guardia Civil y un oficial reservista portaron la enseña nacional hasta el mástil colocado en el centro de la Plaza de Armas, donde fue izada a los acordes del himno nacional. Acto seguido, se inició el acto de homenaje a los que dieron su vida por España al son del himno “La Muerte no es el Final “. La corona de laurel corona fue depositada por el comandante general, el presidente de la Ciudad y el delegado del Gobierno y tras el toque de corneta del cabo Pelayo, el homenaje finalizó con una descarga de fusilería.
La formación se trasladó a paso de batallón por los exteriores de las Murallas para adoptar la posición de desfile ante las autoridades destacando el Escuadrón, Plana y Batidores del Regimiento Caballería Montesa y las unidades con “paso específico “ como fueron el Grupo Regulares Ceuta Nº 54 con la Escuadra de gastadores, Plana Mayor, Nuba de Guerra y una Compañía del Tabor Tetúan número 1 desfilando finalmente el Tercio Duque de Alba II de La Legión con la Escuadra de Gastadores, Plana Mayor y una compañía de la IV Bandera Cristo de Lepanto.
El numeroso público acudió respetuoso al homenaje a la Bandera, al homenaje a los Caídos, al paso de regulares y legionarios, unidades de vanguardia en Ceuta, así como el vínculo histórico de sus hechos de armas.
