44.868 personas han fallecido en España por COVID-19 desde el inicio de la pandemia, según un recuento publicado este domingo por El País. Este dato, que coloca a España como el segundo país con más muertes de Europa, tras el Reino Unido, cuenta los casos confirmados y los sospechosos. La cifra es considerablemente superior a la registrada por el Ministerio de Sanidad, que ha registrado 28.432 decesos hasta el momento.
Este recuento es similar a otros que han realizado algunas instituciones, como el Instituto de Salud Carlos III, que ha contado 44.418 muertos, el Instituto Nacional de Estadística, que habla de 44.395, y la Asociación Española de Profesionales y Servicios Funerarios, con 43.985 decesos. El dato se ha calculado desde el 14 de marzo, cuando empezó el estado de alarma en España, hasta el 22 de mayo, el día en que las muertes en los hospitales empezaron a reducirse drásticamente. Según el Instituto Carlos III, no se podrá confirmar si todos estos fallecimientos tienen como causa el COVID-19 hasta que no se tenga toda la información sobre las causas de muerte.
La nueva cifra vuelve a poner en cuestión el recuento oficial que ha llevado el Ministerio de Sanidad durante toda la crisis. Las autoridades decidieron seguir el criterio de la Organización Mundial de la Salud, que solamente introducía en el balance a aquellas personas que hubiesen dado positivo en una PCR. El 75% de las muertes se han registrado en cuatro comunidades: Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Además, miles de fallecimientos se produjeron en residencias de ancianos y, en menor medida, en domicilios.
