Los autotest lo petan en los encuentros ‘seguros’: Ceuta vende más de 3.000 en dos semanas

Todas las farmacias de la ciudad vuelven a tener stock suficiente después de que escasearan en los últimos días

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photo_camera La venta de autotest se ha disparado un 500% en las últimas dos semanas. (ARCHIVO)

“Muertos de risa, metidos en cajas”. Así han estado durante meses los autotest de antígenos en las farmacias de la ciudad según Mario de Miguel, presidente del colectivo. Pero la llegada de la Navidad cambió todos los pronósticos. Hasta los de abastecimiento, llegando a colgar el cartel ‘sin stock’ durante algunos días.

El avance imparable de la sexta ola, con ómicron en el campo de juego auspició el temor a los contagios. Ante ello solo cabían dos opciones: cancelar las reuniones o mantenerlas de forma segura a través de un test de diagnóstico previo que confirmarse el buen estado de salud. Última opción a la que, según desprenden las cifras, se han acogido miles de ceutíes.

Desde el fin de semana del 18 de diciembre, en el marco de las reuniones sociales, y con las consiguientes fechas marcadas del 24 y el 31, la demanda de los test caseros se ha disparado en un 500% en Ceuta – en la línea del territorio nacional-, apunta de Miguel. En números, el farmacéutico no se atreve a dar una cifra exacta, pero como mínimo, la venta se aproxima a los 3.000. “Partiendo solo de los que nos proporciona la cooperativa, pero sé de facto que muchos colegas también han hecho pedidos a proveedores”.

Todos los ceutíes necesitaban acudir a la última cita del año con la certeza de reunirse con su familiares en un entorno seguro. Hubo hasta rezagados que lo dejaron para última hora del 31 y se encontraron con problemas. “Es raro que ese día tengamos movimiento en la farmacia salvo alguna urgencia, y por la tarde tuvimos un goteo de personas que acudían a por el test”, comenta. Menos afortunados los que esperaron al sábado 1, que se encontraron con problemas para iniciar el año en familia. La farmacia de guardia del centro lucía una hilera de personas, de las que muchas se iban con las manos vacías en busca y captura, y con la esperanza de que en el campo exterior tuvieron mayor suerte. Mientras, en el interior, las llamadas telefónicas eran un no parar. “Voy a poner un cartel de agotados”, decían una de las dependientas.

Un desabastecimiento que terminó con los días festivos. Desde este lunes, todas vuelven a tener stock suficiente y, aunque se espera “algo de demanda” para los días 5 y 6, los días fuertes en los que los test se han convertido en los reyes de las fiestas ya han pasado a mejor vida.