El antiguo hospital de la Cruz Roja ya acoge a casi un centenar de migrantes que en las últimas semanas han accedido a Ceuta de manera ilegal. Los migrantes guardan cuarentena en estas instalaciones como medida preventiva. La Ciudad tomó la decisión de controlar a todas las personas que entren a Ceuta procedentes del país vecino para evitar la expansión del virus.
El lunes, uno de los migrantes dio positivo en covid al realizarle el test rápido al que se les somete, como marca el protocolo. El migrante ha quedado aislado en las mismas dependencias de la Cruz Roja.
Pasado el tiempo de aislamiento, los migrantes son trasladados a Piniers, si son menores, o a las naves del Tarajal donde llevan algún tiempo viviendo los marroquíes que quedaron atrapados en Ceuta debido al cierre de la frontera.
El Gobierno no entiende por qué estas personas no son trasladadas al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que en estos momentos se encuentra con una ocupación mínima.
El Ejecutivo lleva bastante tiempo exigiendo a la Administración central que asuma su competencia y albergue en el CETI a los extranjeros que actualmente acoge en distintos emplazamientos.
El portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, ha defendido que el CETI abra sus puertas a esos migrantes dado que su actual ocupación está muy por debajo de su capacidad máxima. “Lo que pedimos es que el Estado adopte las medidas necesarias para aliviar esta situación de presión, porque la Ciudad está desbordada”.
El portavoz ha criticado la política de concentración de migrantes en la ciudad. “Ceuta no puede ser un tapón para la inmigración”, ha señalado.
