España ha detectado al menos 224 brotes activos de coronavirus que afectan a aproximadamente 2.622 personas. A excepción de las ciudades autónomas, todas las comunidades han detectado brotes, los últimos en La Rioja y tres localidades de la Comunidad Valenciana.
El Ministerio de Sanidad dedica todos sus esfuerzos al control y la detección precoz de los brotes, aunque sigue preocupado especialmente por los brotes en Aragón, Lleida y Barcelona, donde el incremento de contagios ha obligado a imponer confinamientos en Lleida y a apelar a la limitación de la movilidad.
Con el fin del estado de alarma y la llegada de la nueva normalidad el 21 de junio, los ciudadanos recuperaron la libertad de movimientos, un escenario ante el que resulta clave la importancia de detectar, aislar y controlar los posibles brotes.
El ministerio, que trabaja con las autonomías en un plan para afrontar una eventual reescalada, no concreta ni el tamaño ni la localización exacta de los focos, de cuyos detalles informan las comunidades autónomas, aunque sí informa sobre el origen de algunos: residencias de ancianos, centros sanitarios, temporeros, casos importados, celebraciones o brotes mixtos. Otros se han originado en instalaciones sociosanitarias, actividades empresariales en mataderos, por las condiciones sociales de algunos colectivos o por actitudes "incívicas o inconscientes".
